El pasado 31 de agosto, día de San Ramón, homenajeando a mi abuelo el médico, que así se llamaba, y que falleció tras una leucemia, decidí bailar y disfrutar la vida, a veces tan perra y a veces tan bella.

Elegí para ello a la Asociación Cultural Octubre, en la que un grupo de socios apuesta por crear una cultura libre, colectiva y viva, que aboga por una ciudad con alternativas donde se reflexione y cuestione el sistema injusto y cuestionable en tantas ocasiones.

Al entrar me choqué con Paco Quevedo, hombre tenaz que año tras año ha organizado el Festival Magosta de Castañeda. Con este son ya 27 años. Jose María Gruber me explicaba que ahora ya no reciben subvenciones, que el alcalde del PP no subvenciona ni sufraga este entrañable evento que año tras año daba lugar a que miles de personas se reunieran en una campa para disfrutar de artistas relevantes de todo el mundo y de la música cántabra y tradicional.

Paco señala que, tras casi tres décadas de festival, este año el Ayuntamiento no les da autorización ni permiso para la celebración del mismo, y el apoyo de la Asociación Cultural Octubre servirá para que no muera y pueda realizarse este año, aunque eso sí, con actividades reducidas y más limitadas las actuaciones.

A mi me extrañaba ir a un Festival Magosta en Sierrapando y no en Castañeda y esta era la causa: se está politizando la música, se está restringiendo, censurando y cuestionando contenidos, canciones, mensajes…desvirtuando así la libertad y caciqueando la cultura popular y propia de nuestra tierruca.

Este año sin más presupuesto que los colaboradores de empresas y los ingresos derivados del bar, realizan un magnifio ejemplo de solidaridad para promover la cultura cántabra.

Los gobiernos se están convirtiendo en agencias de promoción de artistas y a la vez se criminaliza y condena a raperos que simplemente se expresan. Los artistas son el reflejo de la sociedad y de nuestra cultura, no es ético apoyar y subvencionar en función de si comulga con un ideal político concreto, venga de donde venga. Lo peor es que se están normalizando actos de censura y criminalizaciones incongruente,s y si no que le digan al Gran Wyoming…

Alguna gente se organizó en otros tiempos. En 1961, más de 300 artistas, escritores e intelectuales (novela, poesía, teatro, ensayo, filosofía, cine…) dirigen una protesta al ministro de información motivada por la censura, que entorpece el desarrollo del trabajo creador, rompiendo el silencio y denunciando que un texto sea autorizado para un género de publicación –en revista, por ejemplo– y prohibido para otros –libro, teatro o cine–, hecho que consideran injustificado e injustificable, como lo es otro, tan frecuente, de que lo autorizado hoy, sea prohibido mañana y viceversa.

Como Cahórnega, grupo histórico de casi 20 años de trayectoria, dice en su canción «Cántabros de braveza, Cantabria blindada, cántabros de alegría y Cantabria en el alma, labradores de la tierra y pescadores del alba caminando tras el ganado, se han curtido tus caras.Tus hijos exiliados en busca de un trabajo, dejaron el corazón en un arcón olvidado, humildes como la tierra y airosos como las alas, forjados en los yunques de acerías Campurrianas».

¿Quién hablo de echar un yugo sobre el cuello de esta raza? Los grupos cántabros de música tradicional que se dieron cita fueron  entre otros, Los Cámbaros, dúo que interpretan temas de Cantabria recuperados por ellos mismos; Arvejales, grupo de voces tradicionales de Campoo; Entrambastierras y el fabuloso Bombo Bomba con la negra Confusa, propuesta teatral con interpretación con temas propios conocidos en otro grupo Cambalúa.

Escuchamos al artista invitado, al cantautor cubano Ronaldo Rodríguez, dando un estilo propio y cautivador a la mítica canción de Lágrimas Negras.

Los niños fueron acogidos con actividades específicas como talleres, pompeando con el jabón también se les dio voz a través de un micrófono en el que pudieron cantar, algunas como la vaca Lola…y se disfrutó del deporte popular como la carrera de ollas o el tiro de la cuerda.

Los Chigros, caricaturizando el mestizaje y la mezcla de culturas china, rusa, africana, árabe, judía… Con mucho ritmo promueven La Gozadera y dieron el colofón a este festival cargado de magia, solidaridad y buen ambiente en el que lo dimos todo bailando.

Porque, al fin y a cabo, eso se crea y nadie nos lo puede arrebatar. ¿Qué mejor manera de honrar a nuestros muertos que celebrando y gozando la vida?