En Piélagos ha surgido durante este año una nueva iniciativa empresarial que es pionera en Cantabria. Cañamera del Pas SL, es una empresa que ha comenzado una plantación de cáñamo industrial, con el fin de obtener un producto de calidad que creen que podría ayudar a rentabilizar el trabajo en el mundo rural.

Plantación de Cañamera del Pas SL.

La iniciativa ha surgido de tres amigos que, durante este año, han comenzado a reunirse con emprendedores del sector de otras partes de España. Así, trabajan con una cooperativa que lleva más de seis años de andadura y que, en zonas como Galicia, ya están consolidados.

“Nos pareció muy interesante implementarlo en nuestra tierra porque casi todos los campos están sin utilizar ni sacar rendimiento”, cuenta a EL FARADIO uno de los socios de Cañamera del Pas, Ivan Palazuelos.

Este año han plantado 2.500 metros cuadrados en un invernadero y la previsión para el año que viene es plantar 30 hectáreas. “Este año lo hemos puesto de prueba, a ver cómo se desarrolla en Cantabria, casi como investigación. Así que hemos vendido todo este producto a la cooperativa pero no descartamos que, si nos sale un producto de calidad alta igual una parte la reservamos para crear una marca de Cantabria”.

LOS USOS DEL CÁÑAMO INDUSTRIAL

Y es que, dependiendo de la calidad del producto, están planteándose varias alternativas para comercializarlo. “En primer momento, lo hemos enfocado a la bioconstrucción pero estamos planteándonos sacar aceites porque la flor, al ser muy rica en CBD, es mejor extraer la parte de las semillas”.

Cuenta también que, en el caso de la bioconstrucción, cada vez es más común contar con materiales de cáñamo. “Se considera mejor que uno de hormigón o ladrillo para guardar el calor dentro de las casas, la insonorización o para el tema del montaje. Es más barato de fabricar y más sostenible para el medio ambiente”, defiende.

Estos jóvenes creen que, además, este producto puede ser muy beneficioso desde el punto de vista medioambiental como sustitutivo del papel tradicional. “El plástico va a tender a desaparecer y una buena salida es hacer papel porque las bolsas de papel de cáñamo son mucho más resistentes que las de papel normal”.

Además, el cultivo de cáñamo es mucho más rentable desde el punto de vista ambiental y económico. “En Cantabria, predomina el eucalipto que, para el medio ambiente, es una mierda porque rompe los montes por la sequedad y, además, tarda 20 o 25 años en crecer y no es sostenible. Y, cuando lo cortas, saca entre un 33 y un 38% de celulosa para el papel cuando lo cortas. Del cáñamo, por su parte, sacas un 78% de celulosa. Pero, además, todos los años plantas y cortas por lo que para el cultivador es mucho más rentable”.

ALTERNATIVA PARA EL MUNDO RURAL

El cáñamo industrial surge de la planta del Cannabis.

Están abiertos a aumentar este terreno porque, de hecho, defienden que es una alternativa muy positiva para el mundo rural.

“En Cantabria, como todo el mundo sabe, hay pueblos del interior en el que quedan muy pocos habitantes y los jóvenes se van porque no hay alternativas. Ya no es rentable la agricultura pero creemos que este es un modo de rentabilizar esos terrenos y que la gente que quiera trabajar la tierra pueda hacerlo”, defiende Palazuelos.

“Nosotros percibimos que en el norte de España el clima y los terrenos son propicios a esa plantación porque las temperaturas son altas durante el día y muy bajas por la noche y eso le viene bien a la planta”, explica.

LA MALA FAMA DE LA PLANTA DE CANNABIS

Los productores de cáñamo industrial deben lidiar, también, con el prejuicio contra la planta del Cannabis, que es de donde se obtiene el cáñamo.

“La gente cuando piensa en el cáñamo piensa que es igual que la marihuana, cosa que no es cierta. La marihuana está prohibida en España, al contrario que en cáñamo que es completamente legal y se usa para mucha elaboración textil, por ejemplo, insiste Palazuelos.

Así, explica la gran diferencia entre ambos, que consiste en que la marihuana tiene más de un 0,2% de THC, que es el que provoca el efecto psicoactivo, “el que coloca”, mientras que, en el cáñamo industrial, estos niveles son muy bajos y no tienen ese efecto.

“Por eso nos queremos reunir con políticos para ver si nos ayudan a quitarnos problemas. Queremos quitar el estigma y no tener a la policía todos los días aquí tratando de quitárnoslo, pensando que estamos cultivando marihuana, o que nadie venga a robar para consumo porque tienen que saber que el cáñamo industrial no funciona así. Solo van conseguir jorobarnos el trabajo de cuatro meses”, advierte.