El 20 de octubre llega la carrera ‘Santander corre por Yemen’, esta vez con otro país en mente, y organizada por Amnistía Internacional. El propio Ina Robles se suma a esta iniciativa y destaca que es «muy oportuno» el cambio, puesto que, según la ONU, el país que peor está en la actualidad es Yemen y no otro.

La situación de Siria «es también dramática», reconoció, pero añadiendo el matiz de que de allí salen muchos refugiados y de Yemen «no llega ninguno», porque el país está encerrado entre sus invasores saudíes y el mar.

Robles concedió una entrevista a El Faradio de la Mañana en la que se lamentó de que los movimientos sociales tengan que dedicarse a defender los derechos humanos, mientras los Gobiernos participan en negocios que los vulneran. Y la labor es aún más complicada si hablamos de un conflicto que no interesa apenas a los medios de comunicación.

Se refirió concretamente a España entre los países responsables en esa guerra, por tener a Arabia Saudí como un socio estratégico en Oriente Medio, por venderle armas que se utilizan contra la población yemení y por incluir ‘Defensa’ entre las oportunidades comerciales y de inversión con ese país en un informe que depende de la Secretaría de Estado de Comercio (que se puede descargar en este enlace).

Este bombero se hizo popular en los medios de comunicación después de oponerse a participar en la carga de armamento a un buque saudí en el Puerto de Bilbao en 2017. Los movimientos sociales lograron evitar que siguiera sucediendo, y entonces la empresa Bahri empezó a utilizar el Puerto de Santander como lugar habitual. En la capital de Cantabria también se produjeron protestas, e incluso una denuncia de la asociación Pasaje Seguro.

En alguna ocasión se ha detectado que el barco de turno ha pasado de largo sin atracar y cargar en Santander, pero no se puede descartar que pueda volver a ocurrir. Motril, en la provincia de Granada, es el otro puerto habitual de paso de esta empresa.

Robles se congratuló de que haya, poco a poco, mas trabajadores de puertos que se nieguen a colaborar con estos barcos. «Cuando defiendes tu trabajo y a tus trabajadores, tienes que pensar que estás contribuyendo a que maten a otros trabajadores en otros sitios», remarcó.