Bimbo estira las jornadas de sus repartidores
La jornada de un repartidor de Bimbo, que pese a ser “de Bimbo” en realidad es desde hace tiempo un autónomo, ya empezaba pronto: para ellos lo normal es madrugar para iniciar a primerísima hora el reparto de esta conocida y omnipresente marca.
Al madrugón se suma un trabajo muy físico, siempre en ruta y que hace tiempo que dejó de tener las ventajas de ser asalariado: cuota o vehículo empiezan a correr por cargo del empleado, convertido en una especie de empresario con un único cliente.
Pero a partir de ahora, esa jornada directamente no tiene fin, sino que se hace en función de los criterios que les marquen y sólo podrán volver a casa cuando acabe del todo la ruta. Las mismas rutas se reducen en número de días, pero siguen teniendo que hacerse. .
La consecuencia de no aceptar esta ‘recomendación’ son cambios de clientes, reducción de ingresos y rutas menos rentables.
Es una nueva vuelta de tuerca a unas condiciones que ya venían siendo muy precarias y que ahora, según Comisiones Obreras, el sindicato que denuncia este giro de guión, pasan a ser “inhumanas”, de hasta doce horas al volante o descargando.
Estas nuevas condiciones afectan a 30 personas en Cantabria (600 en todo el país).
En todo este proceso hay una parte de guerra entre sindicatos: Comisiones Obreras responsabiliza a UGT del cambio por el acuerdo firmado con la compañía, por el que transportistas pasan a ser lo que se conoce como ‘trades’, previo ERE que supondrá el fin de su relación laboral y el inicio de otra relación, supuestamente entre iguales, como empresa y proveedor.