El número 130 de la revista de arte, literatura y pensamiento La Ortiga se presentará el viernes 8 de noviembre a las 19:30 en la librería La Vorágine, dentro del ciclo “Tierra Cultura Vida” que se inauguró en septiembre con la escritora y veterinaria de campo María Sánchez.

En este volumen se podrán leer textos de todas las personas que participaron en esta propuesta de cultura extensiva: dos relatos cortos de María Sánchez “La ternura” y “Quebrantahuesos”, dos artículos de Jaime Izquierdo sobre el mundo rural, un artículo de Adrián Almazán “Ruralidad o barbarie” y un texto sobre agroecología y pensamiento “Mundo clausurado. Monocultivo y artificialización” de Marc Badal. Todos ellos propusieron reflexiones intensas durante sus intervenciones en el ciclo, sus textos en la revista son una invitación a la lectura compartida y al planteamiento de preguntas sobre la crisis ecológica actual, la finitud de los recursos, las dialécticas urbano-rurales o la agroecología.

La Ortiga 130 recupera su “Museo de papel” que, en esta ocasión, cuenta con la colaboración del artista campurriano Nacho Zubelzu, cuyas creaciones envuelven toda la revista, desde la portada y contraportada, a las ilustraciones del interior. Se trata de una selección de dibujos de varios de los cuadernos de campo que lleva consigo a todos sus viajes por distintos países del globo.

La imagen también es protagonista con las fotografías de Alma Camacho, una las integrantes de La Ortiga Colectiva, que nos invita a observar a través de su fotografía inquieta el entorno más cercano, atendiendo a los detalles que brotan en los márgenes.

La sección Historias de Vida está dedicada a Tomás López, profesor y defensor de la educación pública crítica, activista ecologista, con una larga trayectoria en el mundo de los movimientos sociales dentro y fuera de Cantabria.

También se dedica un espacio importante a la poesía visual y discursiva gracias a los poemas tachadura recogidos en “Los evangelios” velados de Vicente Gutiérrez y una selección de la poesía de Marianella Ferrero bajo el título “Subversiones”. Como en cada número, hay una recopilación de frases de distintos escritores para remover conciencias en las Con-citaciones.

IMAGINARIOS DE LA RESISTENCIA

Coincidiendo con la presentación del nº 130 de La Ortiga, se inaugurará la exposición “Imaginarios de resistencia” del poeta visual Antonio Montesino, editor y director de La Ortiga hasta 2015.

Dicha exposición formó parte del encuentro de poetas “Voces del Extremo” en Moguer (Huelva), dedicado a los migrantes y harragas celebrado en julio de este año. La temática de los poemas visuales de Montesino gira en torno a los feminismos, las relaciones cuerpo-poder y la crítica a los totalitarismos.

Desde La Ortiga Colectiva quieren poner el acento en la (re)construcción de una memoria necesaria que alerte respecto a la naturalización del fascismo en nuestra vida cotidiana, la toma de conciencia de los procesos históricos de la historia universal del siglo XX y de cómo reactivar los mecanismos colectivos de participación democrática en la sociedad actual.

UN AÑO INTENSO PARA LA ORTIGA

María Montesino, de La Ortiga, continúa el legado de pensamiento crítico de su padre

Con este nuevo número de la revista, se cierra un año repleto de actividades y participación cultural para los integrantes de este colectivo. Desde principios de 2019, proponen y coordinan dos actos culturales cada mes, en el espacio gastronómico-cultural La Caseta de Bombas en el Dique de Gamazo. Han participado en diversos foros y congresos por toda la península, destacando su intervención en el III Foro Cultura y Ruralidades celebrado en Soria, en Rural Experimenta y en estos días en el SOPA (Congreso de Socialización del Patrimonio) en Colombia con su proyecto “(Re)construyendo los caminos de la memoria”.

Su actividad más reciente en Cantabria (el ciclo Tierra Cultura Vida) es una propuesta para reflexionar en torno a temáticas actuales vinculadas a la crisis climática, conflictos por los recursos limitados, re-pensar las relaciones de lo rural-urbano o la agroecología como forma de resistencia.

Este ciclo, que ha tenido como aliado al colectivo La Vorágine, en cuyos locales se han producido los encuentros, se ha propuesto con la idea de practicar una cultura extensiva y descentralizada.

El ciclo concluirá con un taller en el valle de Campoo, en los pueblos de Aldueso, Requejo y Fresno del Río, donde se realizará un trabajo de campo compartido y se debatirán unas conclusiones finales.