20 para meta: última semana de precampaña de las Elecciones Europeas
Si fuera ciclismo y las elecciones Europeas una clásica, acabamos de atravesar la pancarta de 20 para meta. 20 días, que a partir del próximo viernes serán ya de plena campaña electoral, aunque en la práctica la llegada del mes de mayo ha lanzado las acciones de todos los partidos ( y hasta de los sindicatos, con mensajes pro participación en la manifestación del 1 de mayo).
Dicen los expertos que cuando llega la campaña está prácticamente todo ventilado, porque las tendencias ya están marcadas. Y decimos prácticamente, porque entramos en el terreno de los detalles: una buena planificación de la agenda, la segmentación de los mensajes para convencer al mayor número de público, el día ‘D’, el día de la elección, en el que es importantísimo movilizar a los correligionarios y controlar si han depositado su voto…
Los expertos llaman la atención sobre lo decisivo que puede ser no cometer errores.
Demasiado cerca de estas elecciones, este Puente de Mayo, hemos visto uno de esos errores garrafales. Un gol en propia meta, de uno de los jugadores importantes en la campaña: el presidente del Gobierno, el presidente del PP, recordando sus tiempos de central (tosco) Ignacio Diego.
Visitaba Sierrallana, en un acto aparentemente positivo: el inicio de las obras de las urgencias pediátricas del Hospital del Torrelavega. Vamos, un centro sin peligro para la defensa, para sacar sin problemas de cabeza. Pero falló, le falló la cabeza al presidente.
Es mucho mejor una mala foto con un cartel crítico de fondo, o un audio/vídeo con el ruido de trabajadores críticos protestando por el nuevo modelo de la sanidad el PP, que una foto arrancando carteles críticos. Por no hablar del vídeo del ciclón Diego a su paso por Sierrallana, noticia nacional.
Tan encendido iba Diego, que Sierrallana pareció el plató de Crónicas Marcianas y el presidente el Pocholo de los mejores tiempos, metiéndose hasta en el servicio de mujeres. Y con mirada asesina, de John MacEnroe, Stoitchkov o Pepe.
La oposición ha activado el marco del pisapuros (ahora arranca–carteles), Revilla le ha llamado mala persona y la alcaldesa de Torrelavega ha pedido su dimisión. Sube el hándicap para el PP, que ya era importante en estas elecciones europeas. Bastante difícil lo tiene para convencer a nadie de que estamos en el buen camino, en la senda de la recuperación, o de cualquiera de los mensajes positivos que salgan de la calle Génova.
El Partido Popular es el favorito para ganar en votos estas elecciones en Cantabria; pero habrá que estar atentos a la caída de sus apoyos. En 2009 obtuvo 125.691 votos y un sondeo de febrero mantenía las expectativas. Esa será la referencia para medir la evolución de los populares cántabros, antes del año electoral 2015.
QUEMADO EL CARTUCHO DE CAÑETE
Grave error de Ignacio Diego, que ha eclipsado incluso la presencia en Cantabria del número uno de los populares para el Parlamento Europeo, Miguel Arias Cañete, el hombre que susurraba a las vacas – aunque él es más de manteca colorá, cerdo-. Rodeado del equipo popular de Cantabria, tomando nota de mensajes diseñados para una confrontación bipartidista (PP vs PSOE). Cañete en el Puente de Mayo, en términos de repercusión para la campaña, es una bala perdida.
“Nosotros, los valientes populares, frente a los pusilánimes socialistas”, vienen a contarnos, como si no hubiéramos tenido trágalas de las instituciones europeas en los últimos tres años, como si el rescate bancario hubiera sido un mal sueño, la corrupción de Bárcenas una pesadilla, y la subida de impuestos… La subida de impuestos, según pretende el PP, habrá que valorarla en diferido, en 2015, año electoral. Como si estos cuatro años no hubieran existido.
LA PIZARRA DEL PSOE
Enfrente el PSOE, que se sabe al dedillo la teoría de las campañas, pero que lo tiene muy difícil para ponerlo en práctica. Juega de memoria el PSOE en estas semanas, como el Barça de Cruyff. Y sale a hacerlo muy bonito, con el #KockTheVote (llamada al voto), el calle a calle, el marketing electoral de Elena Valenciano. Pero en el mensaje sigue espeso, como la circulación de balón del Barça del Tata.
Ni un solo mensaje que emocione, ni un solo mensaje que recupere terreno a la pérdida de credibilidad del primero de los grandes partidos que no dudó en cambiar la Constitución para agachar la cabeza ante los poderes financieros.
“Pedimos una oportunidad”, decía el candidato ‘cántabro’ al Parlamento Europeo, Ricardo Cortés. Suena a novio arrodillado ante su ex, después de una infidelidad. Suena a lo que es.
EL VOTO RARO
Hay alternativas, más que nunca, en los partidos “estrafalarios”, como ha denigrado Mariano Rajoy a las opciones del #votararo. Mensaje del presidente del Gobierno en defensa del bipartidismo, que pretenden derribar el resto de partidos, empezando por IU y UPyD.
Lo apuntaba IU, también este Puente en Cantabria: PSOE y PP han votado juntos el 73% de las cosas en el Parlamento Europeo. Y el candidato socialdemócrata a la presidencia de la Comisión Europea, Martin Schultz, ha alabado las políticas de Rajoy en España. Por si fuera poco con el recuerdo de que PSOE y PP cambiaron la Constitución en dos días para elevar el control presupuestario a la categoría de norma básica del Estado. Plegados al poder económico.
IU aspira a triplicar, por lo menos, los apenas 5.000 votos de 2009. Por ahí se va a medir con UPyD, que busca superar la barrera de los 10.000 votos en Cantabria. Y más, mucho más. Porque a los Equo o Podemos (que se miden con IU de cara a 2015), se suma Ciudadanos Cantabria. Esta misma semana, en Santander, hay un acto con su cabeza de lista, Javier Nart, el martes en el Centro Cultural Doctor Madrazo. Como novedad, también está VOX, que puede atraer a un sector de la derecha desencantada con el PP.
Jugarán al debate bipartidista PP y PSOE, tratando de ignorar a las demás opciones, con el rol clave para ello de las televisiones y los espacios que dedicarán en los próximos días a unos y a otros.
Y atentos a la agenda que no quieren los grandes partidos, como los excesos del sector financiero, el drama de la emigración, datos económicos, de empleo… que cualquier día eclipsan la agenda electoral. Una agenda que difícilmente van a poder controlar PP y PSOE, como ha sucedido en los últimos tres años.