¿Queréis algo simbólico? La calle en la que se encuentran las principales oficinas bancarias de Castro Urdiales se llama Avenida de la Constitución.

Sí, la misma que se modificó para consagrar como principio sagrado el objetivo de déficit y satisfacer así a los mercados y a la misma Europa que rescató al sector financiero..

En esa zona confluyen las oficinas principales de Liberbank (el banco del que forma parte la antigua Caja Cantabria), Bankia, el Banco Santander y la Caixa.

En esa calle, en esas oficinas, coinciden, cuando se desarrollan, las protestas de los afectados por los excesos del sector financiero, que se materializan en los desahucios o en las participaciones preferentes.

Y allí, en la calle, es donde, a fuerza de coincidir, las plataformas que agrupan a uno y otro colectivo se han dado cuenta de algo tan sencillo como que juntos suman más.

Han tenido varias ocasiones para descubrirlo

1) La ocupación de una oficina del Banco Santander: tuvo un gran éxito, al acudir en torno a 70 personas, que secundaron una convocatoria de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas de Castro a la que sumaron miembros de otros colectivos.

Y luego, aprovechando la acogida se desplazaron a otra oficina, la de Bankia, para acompañar a los preferentistas que llevan allí meses protestando para recuperar sus ahorros

Juicio contra los afectados por las preferentes de Bankia en Castro Urdiales

2)  El juicio a los preferentistas: en un paradójico giro del guión, fue Bankia la que denunció a nueve ahorradores por amenazas y coacciones por sus protestas frente a la entidad. Fue un juicio accidentado, ya que desde la oficina se trató de recursar al juez (el famoso juez Acayro, instructor de los casos de corrupción en el municipio), de forma que quedó pospuesto.

A ese juicio acudieron, como forma de manifestar apoyo, representantes de colectivos de toda la comunidad autónoma, y en el transcurso de la frustrada vista se fraguó una prometedora alianza entre ambos, gracias al apoyo que la abogada que trabaja con los afectados por los desahucios prestó a los afectados por las preferentes.

CASTRO SE UNE

Ambas experiencias, sumadas a la trayectoria de los últimos meses, han servido a los representantes de estos colectivos para darse cuenta de las posibilidades de abrir una línea de colaboración que no siempre ha sido fluida entre ambas partes. El día del Santander, por ejemplo, lograron que el banco accediera a negociar casos de desahucios. Y la presión a la banca ha permitido que otras entidades, como La Caixa, empiecen a negociar también.

Los afectados por las preferentes en Castro suman más de 500, más de 100 de Bankia y unos 400 de Liberbank; y los afectados por desahucios que atiende la PAH, unos 60, en su mayoría de Kutxabank.

Con todo, en Castro abrir vías de diálogo es fácil. Lo favorecen las dimensiones de una localidad en la que más o menos todo el mundo se conoce, y en la que están acostumbrados a ser más abiertos gracias a su condición de frontera y a la llegada de los nuevos vecinos de oriente.

Además, en Castro Urdiales hay más poso reivindicativo. Venia de antes, con un fuerte movimiento asociativo cuando todo iba bien, que se ha intensificado con la crisis, traducido en plataformas locales antidesahucios, de preferentes o de parados. Todos, bajo el paraguas de Castro Se Mueve, la plataforma que les integra a todos y que también propicia el encuentro e intercambio que se viene a partir de ahora entre preferentistas y víctimas de desahucios.

De momento, ya están trabajando en marcar una fecha en el calendario: a principios de junio desarrollarán su primera acción conjunta organizada.

Y, como no puede ser de otra manera, sucederá, también, en la calle. Con visitas a las oficinas bancarias y una paella en el exterior, mientras cambian simbólicamente el nombre de la vía a Avenida de los Especuladores. Han debido pensar que la Constitución no es lo único que se puede modificar tan fácilmente.