El Consejo Escolar aprueba un dictamen crítico con la reforma educativa
El Consejo Escolar de Cantabria ha aprobado un dictamen crítico con el desarrollo en la comunidad autónoma de la LOMCE, la reforma de la Ley de Educación aprobada por el Gobierno central y que tienen que ir concretando los distintos gobiernos regionales.
El Consejo Escolar es un órgano de representación de la comunidad educativa, del que forman parte representantes de los padres y los profesores, así como la Universidad o los ayuntamientos, entre otros miembros.
En concreto, lo que se debatía era el currículum de Primaria, es decir, los contenidos de las asignaturas en este ciclo de la enseñanza.
Finalmente, el texto que llevaba la Consejería de Educación ha sido aprobado con 18 votos a favor y 12 en contra.
Pero el documento ha incorporado enmiendas, planteadas fundamentalmente por los sindicatos, con las que se han realizado mejoras, matices o correcciones al decreto.
Han salido adelante gracias a la suma de los votos de los representantes sindicales, de las asociaciones de padres y de la Universidad de Cantabria, principalmente.
Afectan a áreas como las evaluaciones individuales que se proponen para este ciclo, que pretenden medir el rendimiento, así como la división en ciclos o el refuerzo de las competencias más básicas, entre otras.
El informe no tiene carácter vinculante, es decir, la Administración no tiene por qué seguir sus orientaciones.
Y su contenido se ciñe al desarrollo de la ley, no a las esencias de la propia LOMCE, que ya está aprobada y además es una Ley orgánica.
Así que, en ese aspecto los críticos con la LOMCE no tenían mucho margen de maniobra, por lo que han emitido lo que se llama voto particular, con opiniones contrarias al texto, pero que no influyen sobre su contenido.
La reforma de la ley educativa está ya aprobada, pero a partir de ahora vienen una serie de concreciones, en lo que suponen nuevos frentes que se abren en la comunidad educativa.
El cambio en el seno del Consejo Escolar es significativo, pues recientemente los sindicatos denunciaban los intentos del Gobierno de controlar y silenciar este y otros órganos de participación que aglutinan a representantes del mundo de la enseñanza.
La tendencia ahora es otra, en la misma línea que el cambio en la FAPA, la Federación de Asociación de Padres y Madres, donde se consiguió un relevo y Gema Pérez logró, pese a las trabas oficialistas, vencer a la candidatura continuista respecto al anterior presidente, Juan Vilches, tras un largo mandato y que se había mostrado muy negativo respecto a la expresión pública por parte de este órgano de opiniones que fueran críticas con los planes de la Administración, cargando contra los intentos de “politizar” a la federación.