CC.OO. culpa a empresas y administraciones de la discriminación salarial que sufren las mujeres
Comisiones Obreras de Cantabria (CCOO), con motivo de la conmemoración este sábado, 22 de febrero, del Día Europeo por la Igualdad Salarial, ha querido incidir en que, detrás de la discriminación salarial que sufren las mujeres en nuestro mercado laboral «hay razones de peso que apuntan en muchas ocasiones a la actitud del empresariado y a la pasividad de las administraciones».
Por eso, el sindicato ha pedido al Gobierno de Cantabria que, desde el marco del Diálogo Social, active las medidas contempladas en la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres de la región aprobada hace ahora un año para que, lejos de quedarse en papel mojado, sirva para combatir las discriminaciones que imperan a sus anchas y condenan a las mujeres a la precariedad salarial y laboral.
Hay que recordar que Cantabria ha sido una de las últimas comunidades en aprobar una norma autonómica tras la entrada en vigor de la Ley estatal para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres de 2007, una ley que recoge medidas para conocer y combatir la discriminación salarial y evaluar la eficacia de estas políticas.
Rosa Mantecón, secretaria de Mujeres de CCOO de Cantabria, ha afirmado que “combatir la discriminación salarial era una asignatura pendiente para la Administración regional. Ahora lo importante es que se ejecuten sus medidas y que sindicatos y patronal nos pongamos a trabajar conjuntamente para ir eliminando la brecha salarial en las empresas”.
Si atendemos a los últimos datos extraídos de la Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) y referidos a 2017, se observa que, un año más, quedan en evidencia las discriminaciones de género que golpean a las mujeres en el mercado laboral: las cántabras tendrían que ganar 6.237,74 euros más al año, un 32,80% más, para equiparar su salario al de los hombres.
En este sentido, hay que subrayar que tras un incremento de 795 euros para las mujeres respecto al año anterior, su salario medio asciende a 19.012 euros frente a los 25.249 euros que ingresaron de media los hombres en el año 2017, tras un mísero incremento de 39 euros.
La brecha salarial entre mujeres y hombres es mayor entre los más pobres
Rosa Mantecón, ha señalado que “la reducción de la brecha salarial deja un saldo a primera vista positivo. Sin embargo, no hay motivo para la euforia. Al profundizar en los datos se observa que aunque se ha producido un incremento salarial entre las mujeres, en gran parte la disminución de la brecha se debe a que los hombres sólo han visto mejorado su salario en menos de 40 euros al año”.
Para CCOO minimizar la brecha salarial es un objetivo prioritario y por eso considera fundamental que se generen y se desarrollen estadísticas e indicadores que desagreguen por sexos la información de las empresas de Cantabria, ya que a día de hoy no hay nada en este sentido.
“Este es uno de los déficit que existen pero no es el único. Desde el sindicato también exigimos que se actúe y se vele por el cumplimiento del principio de igualdad de trato y oportunidades en el mercado laboral de la región. Para ello es imprescindible que los agentes sociales, tal y como dicta la ley, seamos partícipes”, ha insistido Mantecón.
REGISTROS SALARIALES
La obligación de todas las empresas, a partir de marzo de 2019, es la de tener un registro salarial, tal y como estableció la modificación legislativa y que dice que “la empresa está obligada a tener un registro con los valores medios de los salarios, los complementos salariales y las percepciones extrasalariales de su plantilla, desagregados por sexo y distribuidos por grupos profesionales, categorías profesionales o puestos de trabajo iguales o de igual valor”.
Rosa Mantecón ha denunciado que “el registro salarial brilla por su ausencia en las empresas de Cantabria. Las empresas incluso muestran reticencias y hacen oídos sordos cuando la representación sindical solicita esta información para el desempeño de la acción sindical”. La secretaria de Mujeres ha recordado que “no es un capricho de quienes representan a los y las trabajadoras sino que, recibir esta información al menos anualmente, es un derecho que recoge el Estatuto de los Trabajadores”.
DISCRIMINACIONES REALES EN CANTABRIA
En este sentido, sólo hay que echar una ojeada a la actualidad laboral más reciente de esta región para poner ejemplos que generan la brecha salarial y que siguen sin estar superados, como es el caso de la extrema precariedad que sufren las limpiadoras de Liberbank, con reducciones que en ocasiones se traducen en jornadas de solo 30 minutos semanales; las mujeres que trabajan en la industria conservera con contratos fijos discontinuos y en las categorías más bajas o las diferencias retributivas directas que sufren las mujeres del sector de la limpieza, donde son encasilladas en las categorías peor remuneradas aún cuando los trabajos que se realizan son similares.
Avanzar y combatir esta discriminación es posible. El ejemplo más reciente en Cantabria es el de las trabajadoras del vertedero de Meruelo que, tras un periodo de lucha y movilizaciones, en el marco de la negociación del convenio colectivo han logrado el reconocimiento de la categoría de peón especialista que sí tenían reconocida los hombres que realizan las mismas funciones de selección de residuos. Una mejora que ha generado un incremento salarial considerable y ha puesto fin a una discriminación que las condenaba a una categoría inferior cuando realizaban el mismo trabajo que sus compañeros.