Revilla desvela que Sniace pidió un aval al Gobierno para un crédito de 20 millones antes del recorte a la cogeneración
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha desvelado este lunes que Sniace pidió al Gobierno de Cantabria un aval para un crédito de 20 millones de euros con el Banco Santander, antes de que trascendieran los planes del Gobierno central de recorte en las ayudas a la cogeneración, argumento empleado por la dirección de la fábrica en su anuncio de cierre y solicitud de liquidación.
Así lo ha asegurado, en el Pleno del Parlamento de Cantabria, a preguntas de la presidenta del PP y diputada, María José Sáenz de Buruaga, que ha culpado al Gobierno de Pedro Sánchez de dar «el golpe de gracia» para cerrar Sniace.
En respuesta a la pregunta de la líder de la oposición, Revilla ha revelado que tuvo reuniones con los propietarios a raíz de no conseguirse la cobertura de la ampliación de capital por 20 millones. «Se me planteó a mí, y yo trasladé al Gobierno, a la consejera de Economía, al ICAF, donde tuvieron varias reuniones, que si no conseguían un crédito de 20 millones era prácticamente imposible continuar con la empresa. Esa es una declaración que hizo la empresa sin saberse en ese momento nada de la cogeneración», ha subrayado.
«Por eso digo, intuyo, aparte de que esto haya podido acelerar la toma de la decisión, la cosa estaba ya muy grave, muy grave», ha recalcado Revilla.
El presidente cántabro ha asegurado que sy Gobierno «estudió el tema, y llegó a ofrecer la posibilidad de avalar hasta el 30 por ciento del crédito a expensas de que la Unión Europea pudiera autorizarlo, ya que la empresa estaba sujeta a un proceso de endeudamiento contra terceros».
«Hasta ese nivel llegamos. Llegué a hablar hasta con la máxima dirección del Banco de Santander, que estaba dispuesta también a hacer una pequeña quita en la deuda que tiene con el Banco que supera los nueve millones de euros», ha aseverado, pero «nada de eso fructificó porque no podía ser, porque nosotros no podíamos llegar a avalar lo que el Banco pedía para los 20 millones», porque la empresa «ya tiene hipotecados los terrenos con los anteriores créditos».
Según ha relatado Revilla, la entidad financiera «no estaba dispuesto a darlos sin que hubiera un aval del Gobierno de Cantabria y el Gobierno de Cantabria no podía darlo».
Ahora, según ha dicho, el Gobierno está centrado en que «la intervención de los liquidadores, los interventores, no fraccionen el conjunto de Sniace en partes», lo que sería, a su juicio, «el final de la empresa». «Y en esa negociación estamos, hasta el punto de que van a venir a Cantabria próximamente, porque ese sería un primer paso», ha afirmado.
Por eso, «en un toque final de optimismo», se ha mostrado «seguro» de que, «liberados de la mochila» de 74 millones de euros que tiene la empresa, «van a venir empresas para hacerse cargo de Sniace», de lo que ha asegurado tener «algún indicio tenemos».
«Allí hay una empresa en una situación estratégica que había hecho inversiones importantes, que tiene hasta una patente de un producto de gran demanda», ha insistido, por lo que ha confiado en que «esto que ahora es un desastre a lo mejor dentro de poco no lo sea tanto porque a alguien le interese una empresa que sin una deuda de 74 millones tiene, y debe de tener futuro».
En este sentido, ha apelado a que ese sea el punto de encuentro de «todos los miembros de este Parlamento, el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Torrelavega, los trabajadores, y todos».
Frente a esto, ha descalificado las críticas de la oposición y ha llamado a no hacer «carroñerismo político» con Sniace ni a «echar la culpa a quien no la tiene», porque «al final estamos hablando de una empresa privada, que toma decisiones y que pide a la administración cosas», que si son «razonables se conceden», pero «las que no son razonables como es lógico, no se pueden conceder».
«Unamos esfuerzos para que el tema de Sniace tenga una solución positiva» ha enfatizado, al tiempo que ha defendido «el talante del Gobierno» para «defender los intereses generales y muy especialmente una comarca, una empresa emblemática, que nada menos se fundó en el año 40 y que ha sido santo y seña de Cantabria y de la Cuenca del Besaya».