Jan Abascal, al rescate del Mundial de Vela Santander 2014
El director del Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de Vela Príncipe Felipe de Santander, Jan Abascal, asumirá las funciones de director del Mundial de Vela Olímpica ISAF 2014, toda vez que la Federación (RFEV) asume la renuncia de Rafael Munilla, hasta ahora director de la cita deportiva y cuya gestión ha sido objeto de denuncias y llegado a los tribunales.
Según ha podido saber El Faradio, el presidente de la RFEV, José Ángel Rodríguez, ha cedido finalmente a las presiones de la Federación Internacional de Vela (ISAF), el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el Ayuntamiento de Santander, con el alcalde, Iñigo de la Serna, al frente de la preocupación por la cercanía de la cita y el caos organizativo.
Con esta maniobra, situando al santanderino Jan Abascal como hombre fuerte de la organización del Mundial, CSD y Ayuntamiento trasladan un poco de calma a la ISAF, que cada vez tenía más dudas sobre la celebración del evento deportivo en Santander, del 8 al 21 de septiembre.
Formalmente, según explica la RFEV, Rodríguez será el director general del evento, y Abascal su adjunto.
Abascal fue uno de los primeros medallistas de oro olímpicos españoles – lo logró en Moscú, 1980, en la clase Flying Dutchman, cuando la delegación española no lo conseguía desde Amsterdam en 1928).
Desde 1996 compaginó la dirección deportiva de la Federación Española de Vela con la dirección de la base olímpica de su ciudad, Santander.
En 2012 se produjo un cambio al frente de la Federación Española de Vela que afectó a Abascal: José Ángel Rodríguez relevó en la presidencia al también santanderino, Gerardo Pombo, y le acusó de autocontratarse en el cargo de director del Mundial de Vela de Santander. Entonces, el nuevo presidente designó en el lugar de Pombo al donostiarra Rafael Munilla, que ahora está acusado por testimonio falso en el juicio contra Pombo por el autocontrato, aún por resolver.
VÍCTIMA DE LAS INTRIGAS FEDERATIVAS
Como consecuencia de tantas intrigas federativas, Abascal pagó los platos rotos y fue relegado a director de infraestructuras por una federación en la que todo lo que sonara a Santander, incluido el propio mundial, no terminaba de gustar. Desde entonces, el director del CEAR ha sido el salvavidas e interlocutor principal de la ISAF, ante la incapacidad que ha demostrado Munilla para el cargo.
Sin embargo, las tensiones en Santander por la actitud de la Federación Española de Vela no han dejado de ir en aumento. Todas las decisiones de Rodríguez han ido encaminadas a la desantanderinización de la Federación, tras 12 años de Pombo al frente de la gestión, muy cuestionada también, por cierto, desde el mundo de la vela en España.
En esa estrategia se enmarcan también los despidos de los principales colaboradores de Abascal en el CEAR: Antonio Bolado, gerente, que tendrá que ser readmitido tras ganar el juicio – la RFEV no puede recurrir, porque no tiene los 69.000 euros de la fianza y está intervenida por el CSD-, y Rubén Morán, entrenador y formador, que espera una resolución similar cuando el juez que lleva su caso obtenga el alta médica.
LA RELACIÓN DE LAS INTRIGAS CON LA ESCUELA DE VELA DEL CEAR
También han aflorado las diferencias sobre el convenio de la Escuela de Vela y de Regatas del CEAR. Ahí, el presidente de la RFEV sí ha encontrado una aliada santanderina, su homóloga de la Federación Cántabra, Julia Casanueva, a quien recientemente ha nombrado vicepresidenta de la Española.
Rodríguez y Casanueva tienen un acuerdo, desde las pasadas elecciones en la RFEV, por el cual la Española se retiraría del CEAR y dejaría a la Cántabra la gestión de la instalación, construida con varios millones de euros de dinero público.
Con esa operación, Casanueva controlaría las escuelas (de Vela y de Regatas), lo más rentable del CEAR hasta la fecha, siempre bajo la dirección de Abascal, tanto en términos deportivos – nuevos talentos, como Berta Betanzos, Pablo Turrado o Diego Botín- como estrictamente económicos.
Esa rentabilidad podría tener detrás al Real Club Marítimo de Santander, ámbito en el que se mueve Casanueva, que ve en la Escuela de Vela Pública una competencia económica y deportiva (en número de alumnos y en regatistas). De hecho, recientemente la Federación Cántabra ha puesto trabas a la participación de los alumnos del CEAR en el Circuito Montañés, poniendo a los jóvenes de una y otra escuela al borde de una lamentable pelea, en el agua y en los vestuarios.
La relación de Casanueva no es la mejor, sin embargo, con Abascal, ni con su equipo de colaboradores, y menos con los padres de los alumnos de la Escuela de Vela del CEAR, después del intento de la Federación Cántabra el pasado 2013, cuando surgieron fuertes fricciones entre las partes que derivaron en un descenso de más del 50% en el alumnado.
En cualquier caso, con el cese de Munilla y Abascal al frente de nuevo de la organización deportiva del Mundial de Vela de Santander, la ISAF, el CSD y el Ayuntamiento – sobre todo el alcalde- se quitan un peso de encima y ganan en seguridad de las competiciones deportivas.
Ahora, de aquí al comienzo del Mundial, es el turno de que las instituciones sigan moviendo fichas para garantizar la viabilidad económica – un asunto que la salida de Munilla puede desbloquear-.