La madriguera XXXIII: «De película»
DE PELÍCULA (proema, o séase, híbrido de prosa y poesía)
Luis Enrique Antolin
Decir decía el desasosegado Persona, en portugués dicho
Pessoa su apellido, sentir cual cárcel contra
cualquier fuga
blindada el Universo todo y mismo, el que
dicen sin confines.
En este año de gracia del Señor del veinte y
veinte, la amarga
y helada nos queda, diríase, descolocada, si
no ya desfasada,
el Universo mundo ha trocado su imperiosa y
cruel inmensidad
por el ínfimo, mas no menos cruel, confín de
las cuatro paredes
de esta nuestra guarida donde nos habitamos y
nombramos.
Solos o en compañía de otros y castigados de
cara a una pared
que no podemos romper a cabezazos, con ella
nos veremos
confrontados, pared devenida espejo que en
juego de espejos
nos atrapará, con sus reglas y sus trampas,
conjugadas en él
ambas hermanas que virtualidad y realidad
usamos denominar.
Esa como ficción de un desnudo ahora que
nos ahoga, agravada,
si cabe, por una «como-ficción» aun más
alevosa, desvelada, desatada,
sobre el antes y el después de nuestros
pasos y nuestro pan de cada día.
En pugna con ella la siempre insolente
densidad de nuestra carne,
nuestra mirada, pertinaces en arañar de vida
la niebla y la roca.
Sucediendo va con paso inerte el tiempo
traicionado, en modo, diremos,
de película fantasmagoría de luz y de
sombras que realidad remeda,
al cabo y sin embargo, actuada por fantasmas
de sangre caliente,
heridos de aliento. Silencio, se rueda. El
ángel exterminador pasa.
Coda y/o estrambote.
Pasaba deambulando
las callejuelas de Egipto mientras los hebreos
confinados en sus humildes chozas de esclavo.
Era en «Los Diez Mandamientos». Era en la intitulada
«El ángel exterminador» donde sin saber por qué
ni para qué conspicuos miembros de la alta burguesía
permanecían en lujoso salón de lujosísima mansión
confinados entre las cuatro paredes del surrealismo
de Buñuel. Cosas y casos de película, en la nuestra
una y otra se conjuntan, va de plaga bíblica
y de surrealismo.
Cosas y casos de esta vida en que estamos confinados.
Imagen cedida para «La madriguera» por su autor Juanjo Viota
Nota: Para publicar en “La madriguera” podéis seguir enviando vuestros textos, poemas, reflexiones etc…a Jose Elizondo: granmeaulnes@hotmail.com