«Yo sólo te conté media verdad al revés, que no es igual que media mentira», canta Joaquín Sabina en ‘Es mentira’, del disco ‘Yo, mí, me, contigo’ (1996). Una cita que bien vale para analizar los discursos de los partidos políticos cántabros ahora que entramos en una fase de evaluación de lo que se ha hecho bien, mal o regular en la gestión de la crisis del coronavirus, en la que todos enfocarán a los datos que más deterioren al adversario.

En los últimos días, PSOE y PP, los dos partidos que han gestionado la Sanidad en Cantabria desde la transferencia de competencias, disputan sobre la inversión sanitaria en los siguientes términos, que han salido a relucir en la comparecencia del consejero del área, Miguel Rodríguez, en la Comisión de seguimiento de la COVID-19 en el Parlamento de Cantabria:

La atención primaria, la vigilancia epidemiológica y las residencias, claves para evitar rebrotes

De un lado, los socialistas, que defienden su gestión de la emergencia sanitaria en Cantabria como una de las mejores de las comunidades autónomas, reivindican el “refuerzo” de la sanidad pública durante la legislatura pasada (2015-2019), que sirvió para “reparar los recortes sufridos” durante la etapa anterior, de mayoría absoluta del PP (2011-2015).

Del otro, los populares – su portavoz parlamentario en asuntos sanitarios es el exdirector gerente de Valdecilla en aquel periodo, César Pascual- replican que los presupuestos más bajos del área fueron con gobiernos socialistas y reivindican tanto las mayores cifras de inversión de las comunidades del PP como la finalización bajo su mandato de las obras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla –tras encomendar su finalización a Ferrovial con un cambio de modelo implícito por el cual el gigante de la obra pública asume la gestión de los servicios no sanitarios del centro durante 20 años.

El @PSOECantabria miente continuamente sobre la gestión sanitaria de @populares. Si nos piden unidad, no la rompan y si nos piden lealtad, sean leales 👇 https://t.co/eycXhUCLuw

— M.J Sáenz de Buruaga (@mjburuaga) May 11, 2020

¿Quién dice la verdad? ¿Quién miente? ¿Miente alguno de los partidos? ¿Mienten los dos o dicen verdades a medias? Tenemos que ir a los datos.

El Instituto Cántabro de Estadística (ICANE) ha habilitado un portal, durante esta crisis sanitaria, en el que se puede hacer seguimiento de distintos determinantes sociodemográficos, entre los que se incluye la Sanidad, con tres indicadores de referencia que permiten la comparación de la gestión de PP y PSOE (aunque sólo parcialmente, porque los datos llegan sólo hasta 2018; quedaría por analizar el último presupuesto, 2019): gasto sanitario consolidado, gasto sanitario consolidado per cápita y gasto sanitario consolidado por PIB (a partir de Estadística de Gasto sanitario público del Ministerio de Sanidad).

CON EL PP

El primer presupuesto elaborado por el PP de la mayoría absoluta de Ignacio Diego fue el de 2012, aunque gestionaron la segunda mitad de 2011 en un contexto de crisis económica e inicio de la etapa de recortes.

De hecho, aquellos primeros meses estuvieron marcados en el debate público por lo que los populares enmarcaron en un discurso de las ‘facturas en el cajón’ («la herencia recibida»). Un asunto que no se resolvió hasta que el primer Gobierno de Rajoy (2012) habilitó el mecanismo de pago a proveedores y los fondos de liquidez autonómica.

Fuente: ICANE a partir de la Estadística de Gasto sanitario público del Ministerio de Sanidad || actualizado el 11 de mayo de 2020 || Notas al pie: Los datos de 2017 y 2018 son provisionales.

Así, los primeros meses de gestión sanitaria del PP dejaron un saldo negativo en 2011, pero repuntaron de forma sobresaliente al año siguiente, 2012, precisamente por la dotación y los mecanismos para el pago de proveedores, hasta el punto de que es el año con mayor inversión de la década según estas cifras.

Pero la resaca de 2012, primer ejercicio en el que se aplicaron los recortes – medidas de ajuste presupuestario-, hizo que 2013 se convirtiera en el peor año de la serie en gasto.

Y se recuperó en los dos siguientes, 2014 y 2015, el último presupuesto de su mayoría absoluta, aunque nunca alcanzó los niveles de gasto sanitario previos a su entrada en el Gobierno.

CON EL PSOE

El gasto volvió a descender en los dos primeros años de regreso del bipartito PRC-PSOE a Peñaherbosa, siempre con gestión socialista de la Sanidad, para repuntar en 2018 hasta recuperar el gasto sanitario previo a la crisis económica (2010). Es decir, los dos años siguientes a los gobiernos del PP (2016 y 2017) el gasto sanitario descendió, pero el siguiente se recuperó hasta superar los años del PP.

Sólo en uno de los indicadores analizados, el gasto sanitario consolidado sobre el PIB (el conjunto de la riqueza), se puede apreciar, como afirma el PP, que su esfuerzo fue ligeramente superior a los años de gestión del PSOE – ICANE matiza en una nota al pie que los datos de 2017 son provisionales y los de 2018 un avance, por lo que, «para una mejor interpretación es el dato del indicador y no su tasa de variación anual».

En este indicador, todos los ejercicios gestionados por el PP  presentan valores superiores a los años de gestión socialista, salvo el 6,65 del PIB destinado en 2014, que fue inferior al 6,69 de la riqueza dedicada a la Sanidad en 2010 (con el PSOE).

COMPARADO CON LA EVOLUCIÓN DEL PIB

Pero como el indicador relaciona el gasto en Sanidad con la riqueza, hay que mirar a la evolución del PIB en esos años, un dato que también se puede consultar en el portal del ICANE. Y los dos partidos se vieron obligados a gestionar descensos bruscos del PIB.

Como ejemplo, en 2009, con gestión socialista, el PIB retrocedía -3,54 puntos, un comportamiento peor que en el momento más delicado en términos de riqueza durante el periodo del PP, que fue 2013 (-3,16).

Sin embargo, en el momento de peor comportamiento del PIB gestionado por el PSOE (2009), el gasto sanitario se incrementó 5 puntos,  al contrario que en 2013 (PP), cuando la variación interanual del PIB tuvo un descenso muy semejante pero, al contrario, estuvo acompañada de un desplome del gasto sanitario de -23,42, el mayor descenso de la serie.

Es difícil de atribuir 2011 dado que el primer semestre fue gestionado por el PSOE y el segundo por el PP. En el conjunto del año el PIB retrocedió -2,33 puntos,  y el gasto sanitario -10,64.

Finalmente, 2012, el tercer mayor descenso de la riqueza de la serie analizada (-2,52) tuvo el contraste del máximo de gasto sanitario (1.046,2 millones de euros), muy superior al siguiente mejor año, 2018, con una inversión de 896,2 millones de euros.

Como ya se ha apuntado, 2012 fue el año en que se habilitó el mecanismo de pago a proveedores, desde el Ministerio de Hacienda que dirigía Cristobal Montoro, para afrontar el pago de hasta 35.000 millones de euros que adeudaban ayuntamientos y comunidades autónomas.