El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, se ha disculpado por sus declaraciones de ayer en el Parlamento, en las que afirmó que el sector, en la parte privada, no había estado a la altura de las circunstancias durante la crisis sanitaria, instando a reflexionar sobre el modelo en la comunidad.

Declaraciones, dentro de la comisión parlamentaria de seguimiento de la crisis del COVID en la que informaba de la adaptación del sistema sanitario público al nuevo escenario, que provocaron la inmediata petición de cese por parte de las asociaciones del sector, FED y LARES, que la semana pasada ya habían señalado descoordinación con Sanidad durante la crisis.

Miguel Rodríguez ha querido matizar las declaraciones recogidas de su comparecencia parlamentaria, en la que dio cuenta de las acciones llevadas a cabo desde su área de gestión, que han permitido a Cantabria estar hoy en fase 1, y que pueden no hacer justicia a la realidad de un colectivo tan heterogéneo como las residencias de mayores.

En este sentido, ha vuelto a elogiar el trabajo de sus profesionales “que han estado siempre al pie del cañón desde el inicio de esta pandemia”, sin olvidar que “se ha prestado y se seguirá prestando una asistencia sanitaria de calidad a los residentes de estos centros en toda la región”.

No obstante, el consejero ha insistido en pedir disculpas si alguien se ha sentido ofendido por unas declaraciones realizadas en un contexto de debate parlamentario.

Félix Alvárez, hoy en el Parlamento de Cantabria

Previamente a esta nota el propio presidente Revilla había opinado que el consejero debería disculparse y achacó las afirmaciones a la poca experiencia de Rodríguez en la parte política, elogiando su capacidad gestora.

También previamente desde Ciudadanos su portavoz parlamentario autonómico, Félix Alvárez, había pedido a Revilla que pusiera a Rodríguez “en su sitio” e instándole a que pidiera perdón.

Álvarez defendía la labor llevada a cabo por los gerentes de los centros de mayores, que «han tenido que enfrentarse a esta pandemia a lo Llanero Solitario», algo acerca de lo que «deberían recapacitar» los responsables sanitarios del Gobierno PRC-PSOE.

Álvarez, que ha tachado como «muy grave» que en pleno debate parlamentario el titular de Sanidad haya acusado a las residencias de no estar a la altura en la gestión de la crisis Covid-19, ha calificado de «muy desafortunadas» las declaraciones de Rodríguez, a quien ha instado a que «se disculpe personalmente» con este colectivo, al que «no solo ha dejado a su suerte, sino al que además ha faltado al respeto».

EL PP PIDE UN RESPALDO EXPRESO AL SECTOR

Por su parte, el Partido Popular había registrado una proposición no de ley en el Parlamento de Cantabria en la que pide «la reprobación y el cese» del consejero de Sanidad, tras las críticas vertidas por éste contra las residencias de la región, de quienes dijo que «no han estado a la altura».

Según el PP, «quien no ha estado a la altura ha sido el consejero», que no ha sabido ver que «las empresas y entidades del sector de la dependencia han hecho un gran esfuerzo en medios materiales, humanos y de gestión para hacer frente al coronavirus en sus centros», a menudo sin apoyo del Gobierno. Las declaraciones de Miguel Rodríguez tuvieron lugar con motivo de su comparecencia en la comisión especial de seguimiento del coronavirus, es decir, en sede parlamentaria.

La Proposición no de Ley del PP pretende que el Parlamento salga en defensa del sector, pues «empresas y entidades han hecho un esfuerzo titánico para frenar la propagación del Covid-19 y proteger a sus trabajadores y residentes frágiles y de mayor riesgo; un esfuerzo en medios materiales, humanos y de gestión, con compra de EPIs, adquisición de test, refuerzo de personal y medidas de prevención y atención especial; un esfuerzo con un altísimo coste humano y económico que no se ha visto acompañado por la gestión de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria».

La Proposición no de Ley, registrada esta mañana, consta de tres puntos. En el primero se muestra «confianza y respaldo» en la gestión de los centros; en el segundo se reprueba al consejero, y en el tercero y último se insta al Gobierno de Cantabria a cesar al responsable de la Consejería de Sanidad.