LA VERDADERA PANDEMIA

María von Touceda

Se está hablando de muchas cosas durante esta pandemia, pero muy poco sobre la salud mental. Hay miles de personas con trastornos emocionales, enfermedades y adicciones que llevan dos meses encerradas en sus casas sin más ayuda que la de las herramientas que ellas mismas puedan manejar. Muchas de ellas confinadas solas.

La agorafobia ha vuelto a repuntar. El miedo a salir de casa, la ansiedad, la depresión y la angustia. Problemas que nuestro sistema sanitario solo aplaca con medicación y hay personas que no se pueden drogar hasta tal punto de dejar de ser funcionales. Estar medicado también es un lujo porque necesitarías de alguien que te cuidase y no todo el mundo tiene acceso a esto.

Este asunto apenas aparece en las redes sociales, el medio donde navegamos muchos. Nadie quiere proyectar sus debilidades y es normal. Lo que sí que se proyecta mucho es la gordofobia, con comentarios superficiales sobre ese medio kilo que has engordado y lo mierda de persona en que te va a convertir. Sería más enriquecedor que la gente se diese cuenta de cuánto más gilipollas se ha vuelto durante el confinamiento y que esto les preocupase más que una lorza. Si estás encerrada en casa sin apenas movimiento es normal engordar, pero no se trata de ningún delito. No pasa absolutamente nada por unos kilos de más pero sí pasa por el dolor y la angustia que sufren muchos de tus contactos al ver que lo único que le importa a la gente es un cuerpo diez y mientras hacen gala se sus mentes putrefactas.

A mi edad tengo clarísimo que no hay nada más importante en este mundo que la estabilidad emocional. Conseguirla es un trabajo arduo en el que se necesitan muchos apoyos que mucha gente no puede tener.

Si ya estaban mal, la crisis económica suma angustia a la situación actual.

Nadie se acuerda de los que lloran porque tiene que bajar a por leche, arroz y pan. Si es que se lo pueden pagar.

Lo único que quiere la gente es no subir de peso, poder comentar las series de Netflix (que parece que dirigen el pensamiento actual) y juzgar al gobierno por todo lo que creen que está haciendo mal cuando su autocrítica es tan solo un animal mitológico más.

Vivimos en una sociedad de mierda donde la superficialidad manda más que el sentido común y la preocupación por los demás.

La verdadera pandemia son los gilipollas.

Imagen: Título: C. 16: apetito y saciedad – Artista: Mina K 

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