La madriguera XLI: «Latidos»
LATIDOS (No hay ausencia)
Ignacio Pérez Piñero
Para algunos de nosotros, hay momentos en los que cada latido bombea un recuerdo, una emoción que quisiéramos mostrar, pero no podemos, pues con prisa llega la siguiente pulsación con su propia memoria.
Latir es vivir. Y vivir es escribir en el alma momentos que nos aceleran el corazón para que no olvidemos. Latir junto a quien amamos es danzar para vivir, es vivir para latir sin importar nada más.
En la vida suele haber momentos en los que la dicha casi total podría no ser fruto del azar, o sí. Pero saber de dónde venimos nos permite entender hacia dónde vamos, pues cada una de las experiencias desde el mismo inicio de la vida, van dejando los sedimentos con los que se construye el sendero que pisamos.
En la dicha, familia, amigos, los que están y a los que se les siente. Imposible mostrar todas las vivencias que nos hicieron merecedores de ellos. Imposible verlos sin sentir los latidos. Imposible latir sin sentirlos.
Contar en ese estado nuestras emociones es un inútil intento de explicar aquello que con palabras no se puede describir. Sería pretender pintar nuestra Capilla Sixtina con paletas vacías de colores. Sencillamente no se puede.
En la vida suele haber momentos en los que queremos, necesitamos hacer participes de esa dicha total, de una decisión conjunta, de un camino iniciado tiempo atrás, mucho tiempo atrás. Así que, escasos en palabras y a falta de colores, tal vez queda la oportunidad del recuerdo, de la emoción de un único latido conjunto.
Latid juntos para entender y compartir la inmensa dicha, la alegría del momento, la alegría de teneros con nosotros, la alegría…
Imagen cedida para «La madriguera» por su autor Juanjo Viota
Nota: Para publicar en “La madriguera” podéis seguir enviando vuestros textos, poemas, reflexiones etc…a Jose Elizondo: granmeaulnes@hotmail.com