Burt Lancaster pasea por la Biblioteca Central
Fue el hombre de Alcatraz que alimentaba a un pájaro en la ventana de su celda para no abandonarse a la soledad y la locura. Fue el sargento de Pearl Harbor que besaba de manera interminable a Deborah Kerr en una playa que acababa en la eternidad Fue el viejo aristócrata italiano que bailó con Claudia Cardinale llenando con su elegancia un salón inolvidable.
Fue todos los hombres a los que prestó su rostro y su voz y sus manos en la gran pantalla. Y dicen que tenía la mejor sonrisa de Hollywood. Burt Lancaster, el hijo de un cartero de Harlem, galán clásico de cuando los carteles de cine se dibujaban a mano, regresa estos días de entre sus envolturas de celuloide para pasear por los pasillos de la Biblioteca Central de Cantabria, que organiza un ciclo homenaje a su figura.
Esta tarde a partir de las 18:30 horas el centro proyectará La Rosa Tatuada, una película de 1955 dirigida por Daniel Mann, en la que Lancaster interpreta a un camionero que un buen día conoce a una viuda italiana en un pueblo del sur de Estados Unidos. La viuda, ahí queda eso, está interpretada por Anna Magnani, que ganó el Óscar a la mejor actriz por su papel en esta película.
Pero hay más: el miércoles será el turno de Forajidos, la película que lanzó al estrellato a Lancaster y en la que compartió protagonismo con Ava Gardner; la cinta, dirigida por Robert Siodmak se sostiene sobre un guión adaptado a partir de un relato de Ernest Hemingway. El jueves, se proyectará Los que no perdonan, un western de John Huston con la presencia de Audrey Hepburn. Las citas serán en el salón de actos del centro. La entrada será libre hasta completar aforto (limitado a 120 personas)
El viejo señor Lancaster forma parte de ese Olimpo cinematográfico donde habitan las estrellas que no mueren nunca. Un actor autodidacta que a fuerza de magnetismo consiguió labrarse una carrera envidiable, una filmografía en la que abundan los clásicos .Que son, finalmente, esas películas que uno puede ver una y otra vez pasen los años que pasen.