EN UN CUADRO DE EDWARD HOPPER

Alejandro Revuelta Pérez

La vida sigue debajo del silencio.

Ya lo dijo (pintó) Edward Hopper.

¿Podría yo aprender

los galimatías de este desierto urbano

de asfalto y ecos cada vez más lejanos?

Hopper sonríe al aire.

Sabe algo que los demás desconocemos:

la semántica del silencio

es un bosque insondable

al que nunca entra nadie.

Cae la noche sobre la vida.

El cementerio, silencioso,

sabe de lo que hablamos:

posar el ego sobre un paisaje

no da a luz dicho paisaje,

pero lo llena de voces.

Y duelen.

Duelen las voces.

¿Podríamos nosotros aprender

la algarabía de una calle vacía,

de un aparcamiento sin vehículos

y con vistas a nosotros mismos?.

Entonces Hopper sonríe al vacío

de la habitación de hotel donde es libre.

Sabe algo que los demás desconocemos:

la vida sigue bajo el silencio.

Imagen; cuadro «Excursion into Philosophy», del pintor Edward Hopper

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