La provincia del Sáhara
Quienes en la década de los 60 del siglo pasado vestíamos de corto nos sabíamos de memoria la letanía de las provincias de España, una letanía cantada que terminaba Sáhara, Sidi Ifni y Fernando Poo.
Yo siempre me pregunté quién sería ese Fernando Poo que tan importante era como para dar nombre a una provincia. Sólo mucho tiempo después supe que Fernando Poo era el nombre del portugués que la descubrió en el siglo XV. De Sidi Ifni poco oí hablar, supongo que algo tendría que ver el silencio impuesto sobre la guerra que en aquellos tiempos se libraba con Marruecos. Pero sí recuerdo a la perfección el temor que generaba entre mis primos y vecinos mayores el nombre del Sáhara cuando se acercaban las fechas del sorteo de quintos.
¿Y ese mapa?
El mapa que acompaña este texto es de 1970. En él ya no figuran Sidi Ifni, entregado a Marruecos tras la guerra en 1969, ni Fernando Poo, independizada de España en 1968 con el nombre de Guinea Ecuatorial.
Pero fijaos en el recuadro de abajo a la derecha, justo encima de Canarias. Sí, habéis leído bien, pone PROVINCIA DE SÁHARA. Ese mapa ocupó un sitió preferente en las aulas de los colegios e institutos de la época. Casi tan preferente como la foto de un señor calvo de infausto recuerdo. Ya sabéis que ni Canarias ni Sáhara están ahí, pero es que como están tan lejos, si no lo hacían así, el mapa no hubiera cabido en la clase.
¿Una provincia española en otro continente y a casi 3000 km de Madrid?
Pues sí. España había colonizado el Sáhara desde 1884, al hilo del reparto que las potencias europeas se hicieron del continente africano. Y en 1958, con fin de eludir la presión de las Naciones Unidas para que iniciara un proceso de descolonización, la convirtió por decreto en la provincia número 53. A partir de ese momento, los saharauis pasaron a contar con DNI, pasaporte español y Libro de Familia, podían acceder a plazas de funcionario en la Administración local y del Estado y formar parte del ejército, tenían sus propios representantes en las Cortes franquistas de la época y participaron en el referéndum convocado por Franco en 1966.
LA MARCHA VERDE Y LOS ACUERDOS TRIPARTITOS
Y así siguieron las cosas hasta que en 1975, tras la marcha verde lanzada sobre el territorio por el rey Hassan II con el apoyo de Francia y, fundamentalmente, EEUU, España firmó los Acuerdos Tripartitos de Madrid por los que transfería la administración del territorio a Marruecos y Mauritania. Ni que decir tiene que los citados acuerdos son nulos de pleno derecho, pero no es ese el asunto que ahora nos ocupa.
Y España preguntó a los españoles del Sáhara si quieren seguir siéndolo.
España abandonó el territorio en febrero de 1976 y en agosto de ese mismo año se publicaba en el BOE un decreto por el que se concedía un año de plazo a las saharauis para que manifestaran si deseaban mantener la ciudadanía española. Una pregunta para estallar en carcajadas si la situación que atravesaba el Pueblo Saharaui no hubiera sido tan dramática. ¿Podrían decirme cuantos de quienes me están leyendo consultan habitualmente el BOE? Pues ahora háganse a la idea. Independientemente de que solo un 5% de la población sabía leer, tengo serias dudas sobre si a muchos saharauis, más preocupados por ponerse a salvo de los invasores o por combatirles, les quedaron ganas de seguir siendo ciudadanos de un país que les abandonaba en manos de dos ejércitos genocidas.
Pues bien, aunque muy pocos saharauis pudieron hacer uso de esa posibilidad que les concedía el BOE en aquel momento, el hecho cierto es que un buen número de ellos han accedido a la nacionalidad española en los últimos años en virtud de una normativa que lo contempla para los españoles de origen y sus descendientes, caso en el que se ha venido considerando a los saharauis nacidos antes de 1975 y a sus descendientes.
Pero llegó el Tribunal Supremo y dijo basta.
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha fallado recientemente que aunque el gobierno franquista declaró el Sáhara como la provincia número 53 de España, esta nunca fue territorio español y por tanto, sus naturales nunca tuvieron la condición de ciudadanos españoles.
La sentencia es consecuencia del recurso que interpuso la Dirección General de los Registros y del Notariado contra una sentencia de la Audiencia Provincial de Baleares que en 2017 declaró la nacionalidad española de origen de una mujer nacida en el Sáhara Occidental en 1973, dos años antes de que España entregara el territorio a Marruecos y a Mauritania.
AGRAVIO COMPARATIVO
Sin entrar a valorar las consideraciones legales de la sentencia que, todo hay que decirlo, ha sido dictada con el voto particular y discrepante de tres de los miembros del tribunal, la sentencia niega una evidencia: entre 1958 y 1976 los saharauis tenían la ciudadanía española. Además, consagra un agravio comparativo con respecto a otros ciudadanos que sí han podido optar a recuperar o conseguir la nacionalidad española por esta vía, aunque el caso más llamativo es de los sefardíes, injustamente expulsados de España por los Reyes Católicos hace más de cinco siglos, y a cuyos descendientes se les ha concedido recientemente esa posibilidad.
LA SOLUCIÓN: REFERÉNDUM DE AUTODETERMINACIÓN
Es muy probable que si la sentencia se recurre, bien el Tribunal Constitucional o, llegado el caso, el de Estrasburgo, enmienden al Supremo y devuelvan a la ciudadana recurrente y a todas las personas saharauis que se encuentren en sus mismas circunstancias y así lo deseen, el derecho a la nacionalidad española. En todo caso, sirva este tremendo desatino del Tribunal Supremo para lanzar nuevamente un mensaje contundente: la solución al conflicto del Sáhara Occidental es política y pasa necesariamente porque España asuma de una vez por todas la responsabilidad que, como potencia administradora de iure del territorio, le corresponde y promueva un Referéndum de Autodeterminación en el que el Pueblo Saharaui pueda decidir libremente su futuro.
Pablo Vázquez Ramírez
Hola Oscar.
Buen artículo, en líneas generales coincido con tu análisis.
Solo comentarte algunas imprecisiones que no afectan al fondo de la cuestión tratada, pero que me gustaría puntualizarte por si las encuentra útiles.
– En el mapa sí aparace Ifni, aparece como «Provincia de Ifni», es la mancha que hay en el recuadro del Sáhara, justo encima del mismo. Por lo que deduzco que el mapa es de los años 60. Puedes ver una imagen ampliada de ese mapa en:
https://cloud10.todocoleccion.online/vintage/tc/2014/11/28/18/46484856_22978752.webp
– En realidad habría que hablar de Ifni, o Territorio de Ifni hasta 1958, que es el territorio, ocupado en 1934 por el coronel Capaz. Sidi Ifni es la capital.
– Eran 4 las provincias de ultramar: Ifni (capital Sidi Ifni), Sáhara Español (El Aaiún), Fernando Poo (Santa Isabel) y Rio Muni (Bata). El Sahára a su vez estaba dividido en dos, La Saguia El Hamra en el norte, capital El Aaiún, y Río de Oror en el sur, capital Villa Cisneros (hoy Dajla).
– Fernando Poo y Río Muni forman parte de lo que se conocía como la Guinea Española, hoy la República de Guinea Ecuatorial (desde su independencia en 1968). Está formada por la parte insular, la isla de Bioko (antigua Fernando Poo), en la que se encuentra la capital del país, Malabo (antigua Santa Isabel). La parte continental, Río Muni, tiene como capital Bata, es la capital económica de Guinea Ecuatorial. Además hay otra serie de islas como son Annobón, Elobey chico, Elobey Grande y Cosisco. Está situada en el Golfo de Guinea.
– Ifni se retrocedió a Marruecos en 1969, 11 años después de la Guerra de Ifni-Sáhara acaecida durante los últimos meses de 1957 hasta mediados de 1958. Fecha a partir de la cual se crean por decreto las provincias de ultramar citadas a partir de las colonias y territorios de soberanía bajo control español..
En Ifni sucedió lo mismo que en el Sáhara, pero en vez de un año para que pidiesen la nacionalidad española, a los ifneños les dieron 3 meses. Y, como bien dices, si ahora no leemos el BOE, en aquellos días seguro que no sabian ni que existiese. También los ifneños deberían tener esos mismos derechos a la nacionalidad española en igualdad de condiciones, o como mínimo, en igualdad con sefardies, sudamericanos o ecuatoguineanos, que en dos años de residencia pueden optar a ella.
Por último, aprovecho este comentario para pedirte si sería posible reproducir el artículo en una página que tengo, El Rincón de Sidi Ifni (http://www.sidi-ifni.com), creo que es interesante para los vistante del sitio. Por supuesto que citando el autor y la fuente. Puedes contactar conmigo si lo estimas oportuno en pablovazram(arroba)gmail.com
En fin, de nuevo felicitarte por el artículo.
Saludos cordiales.
Pablo Vázquez
Toni
Buen comentario. Yo viajo todos los años al Sáhara junto con otras personas a compartir vivencias. Y visitar a una familia en especial. He hablado con muchos Saharauis y se sienten defraudados por ese señor que estuvo de Rey, ese señor que cada día se le descubre lo que fue. Vendió el Sáhara estando el otro señor calvo aún en congelador sin que nadie supiera que ya había muerto. Marcha Verde llaman algunos,el verdadero Saharaui que lo vivió le llama Marcha Negra. Pero no solo eso, me da coraje que ningún periodista de los que la mayoría son muy buenos, haya sacado está historia a la luz con nombres y apellidos. Que ese señor que tenemos como Rey en estos momentos no haga nada para corregir los fraudes de su padre. España le debe una excusa al pueblo Saharaui. Y encima nuestro gobierno regala dinero al pueblo Marroquí para temas que ni van ni vienen. Bueno, sé que muchos piensan como yo. Ya con todo esto es razón suficiente para que desaparezca este Reinado que solo da servido para beneficio propio. Gracias