Tres años de vida es una edad respetable para una editorial, sobre todo en estos tiempos. Es probable que en algún rincón de internet uno pueda encontrar una aplicación que traduzca los años empresariales en años humanos. En internet hay de todo, ya se sabe. En ese caso, tal vez podríamos llegar a la conclusión de que la editorial cántabra se encuentra en plena efervescencia juvenil, pasada ya la calentura de la adolescencia, dispuesta a afrontar lo que venga con optimismo.

Un optimismo que no oculta Emilio Sánchez Mediavilla, uno de los socios fundadores de Libros del KO, que asegura que el proyecto se van consolidando y aventura una frase de titular: «Estamos en el mejor momento desde nuestra fundación».

Los responsables de Libros del KO, con el uniforme de recibir visitas. A la derecha, Emilio Sánchez Mediavilla.

Parte de ese optimismo tiene que ver con los resultados de la última Feria del Libro de Madrid, donde la editorial de origen cántabro estuvo presente por segundo año consecutivo luciendo catálogo y novedades. Sánchez Mediavilla explica que en esta edición la cosa ha funcionado incluso mejor que en 2013, porque la organización les ubicó en una zona más visible, algo fundamental en un evento de este tipo.

En el que además de las ventas y la promoción, un editor se lleva un puñado de satisfacciones adicionales. «Es una experiencia muy bonita, porque pones cara a tus lectores, que se acercan a conocerte: los ves, charlas con ellos, algo que normalmente no puedes hacer el resto del año», reconoce Sánchez Mediavilla.

Libros del KO es una editorial diferente. Desde sus inicios apostaron por recuperar el periodismo como género literario, y el público ha correspondido a la iniciativa. Buenos textos y un diseño particular y atrevido son las señas de identidad del grupo, que con la llegada del verano se toma unas pequeñas vacaciones para regresar con más fuerza en septiembre.

Para el otoño, Sánchez Mediavilla anuncia nueva ronda de Hooligans Ilustrados, la serie de libros de formato ligero dedicada al fútbol en la que autores como Enric González, Ander Izaguirre o Manuel Jabois reflexionan sobre sus equipos, sus estadios, sus colores y sus pequeños demonios y recuerdos asociados a la pelota. Algo así como una crónica sentimental del forofismo que en las manos adecuadas se convierte en literatura de la mejor calidad.

También seguirán recuperando textos clásicos del periodismo español, como ya hicieron en su día con Julio Camba o Josep Plá. Sánchez Mediavilla afirma que hay varias propuestas sobre la mesa y que alguna de ellas se encuentra particularmente avanzada. La reedición es uno de los puntos fuertes de Libros del KO, que no renuncia a recuperar páginas clave del reporterismo de nuestro país.

UN PROYECTO QUE SE CONSOLIDA

Libros del KO no deja de sumar títulos a su catálogo. Los últimos son Las cuatro estaciones de Atenas, de Mariangela Paone, un texto que analiza la caída y el rescate del país heleno como consecuencia de la crisis económica y el asalto de la troika a las instituciones europeas, y ¡Quemad Madrid! (O llevadme a López Ibor), de Raquel Pérez, un paseo por Madrid, desacomplejado y lleno de sarcasmo, que desmiente esa falacia de que la capital del reino está en decadencia.

La editorial apuesta por las grandes historias contadas a otro ritmo, sin prisas, sin limitación de espacio, sin necesidad de consultar obsesivamente el reloj de la actualidad. Entre sus autores destacan algunas de las firmas más destacadas del periodismo español,  como Enric González, Ramón Lobo o Javier Valenzuela, y nuevos valores de la talla de Alberto Arce, Manuel Jabois o Pablo Gómez. En sus publicaciones ya han recogido historias de Chile, Estados Unidos, Libia, Perú, Bolivia, Israel, Irán o Gales y, más recientemente, Italia o Rusia.