Un cómic que no se parece a un cómic normal: algo así es El fotógrafo, una obra que mezcla fotografía, dibujo, reportaje y la memoria de un viaje a Afganistán en 1986, cuando el país no tenía tanto espacio en los medios de comunicación ni se había convertido en un lugar habitual de las conversaciones y las tertulias.

El fotógrafo Didiwe Lefèvre llegó a Peshawar a mediados de julio para cumplir un encargo de Médicos Sin Fronteras: realizar, durante tres meses, un reportaje sobre una caravana que intenta alcanzar el Badajshan, una región del norte del país.

Lefévre comienza colaborando en los preparativos: se trata de llegar hasta un hospital de guerra, a través de las montañas, y una vez allí seguir adelante para montar otro hospital. El país es un tablero de ajedrez sacudido por la guerra entre la Unión Soviética y los mujahidines. Entre ambos ejércitos se mueven las organizaciones humanitarias.

Una caravana de 100 burros y 20 caballos. Una escolta de 100 afganos que se dedican a introducir armas desde Pakistán. Un viaje. Un país que fotografiar. Una cámara que no puede quedarse indiferente. Todo recogido en una obra contada en primera persona, sin prisas. Didier tiene tiempo de detenerse a explicar cómo sacar una buena foto, en que consiste el trabajo de los hombres-obús que cruzan las montañas cargados de munición y explosivos, la situación de las mujeres bajo el negro de sus ropas.

El cómic cuenta con los dibujos de Emmanuel Guibert, que complementan las fotografías de Lefévre. Esta tarde se presenta en la librería La Vorágine, dentro de los actos programados por Médicos Sin Fronteras con motivo de las jornadas Santander sin Fronteras.

La cita tendrá lugar a partir de las 19.30 horas, con la intervención de Ismael Díaz, médico cirujano que trabajó en Afganistán y Camboya con MSF, y de Teresa Guilarte, Delegada de Medicos sin Fronteras.