Hasta el mismo día de la función, el público ni siquiera sabe dónde es la obra. Una vez que se confirma su reserva recibe un sms con la dirección del lugar. Se dirige hacia allí, tal vez un poco antes del comienzo del espectáculo. Le reciben con una copa de champán y lo invitan a entrar. No hay butacas, ni escenario al uso. Parece cualquier cosa menos una obra de teatro y, sin embargo, acaba de comenzar la función.

Se trata de un tipo de teatro diferente. Una propuesta novedosa que llega a Cantabria de la mano del teatro El Principal. Edi Asenjo, uno de sus responsables, explica que en este tipo de espectáculos el verdadero protagonista es el espacio. El espectador comparte escena con el actor: casi puede tocarlo, interactuar con el personaje que representa.

Todo es tan real e intenso que, tal y como recuerdo Asenjo, a veces algunos espectadores salen de la función un poco conmocionados.

Una experiencia única y sugestiva que regresa a Santander con una adaptación de la obra de Albert Camus ‘El malentendido’, un clásico del Premio Nobel francés ambientado en los años posteriores a la II Guerra Mundial que guarda ciertos paralelismos con la situación actual. Asenjo argumenta que el sentimiento de presión latente en el texto de Camus provoca que muchos espectadores de hoy en día se sientan reconocidos en la trama que se desarrolla en escena.

Con el título ‘Alguien va a morir en el salón’, el Principal retorna este fin de semana a un escenario que solo conocerán el mismo día de la función quienes reserven su entrada. El aforo está limitado a 30 personas, y la obra estará representándose hasta agosto, viernes y sábado. Desde la compañía prometen espectáculo y una noche para el recuerdo.