Hay algunas películas de mafiosos que yo no he visto. Pocas, pero alguna hay. En una de ellas sale Andy García, y quizás por eso no la he visto, aunque dicen que es buena, y tiene uno de los mejores títulos que se han puesto nunca en la cartelera de un cine: se llama Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto. Creo que va de un pobre hombre.

A lo mejor Denver es una ciudad aburrida. A lo mejor es tan aburrida que uno tiene que andar haciendo listas con títulos estrafalarios. En Santander, aprovechando que estamos vivos y a lo mejor hace sol, de momento no hay que ir haciendo listas, porque hay cosas que hacer.

El domingo, si uno no está muerto, se puede ir a los jardines de Piquío a ver el concierto de Swingantander, que actúan dentro de las actividades previstas en los Baños de Ola. Su música, claro, va acorde con su nombre, pero Swingtander es algo más que una banda. Es una plataforma cuyo objetivo es difundir, recordar y compartir los bailes derivados de la música swing, y sus precursores: charlestón, claqué, lindy hop, foxtrot, boogie woogie y rock and roll.

Con esa declaración de principios lo suyo, claro, es poner a la gente a bailar. El domingo a partir de las 19.00 horas se centrarán en el charlestón. Se puede ir y aprender a bailarlo. Ellos te enseñan. Y seguro que también cae algún que otro estilo. Todo para cerrar por todo lo alto la XX edición de los Baños de Ola. Y celebrar que uno no está en Denver. Ni muerto.