La Coordinadora de Cantabria por unas Pensiones Públicas y Dignas sale a la calle este jueves para hacer una serie de reclamaciones con motivo del Día del Mayor. Más en la situación actual, al ser el colectivo más afectado por la COVID-19.

La primera, que esas mujeres y hombres que hoy llamamos “mayores” son quienes, tras la guerra y la postguerra, sacaron este país adelante. Lo hicieron a base de trabajo, sufrimiento y escasez de lo más elemental. Con ellos se fue instaurando y mejorando el Estado del Bienestar y las libertades regresaron. El mundo es mejor ahora que cuando ellos tuvieron que enfrentarse a él.

La segunda cuestión que plantean es que la pandemia ha puesto de relieve que los derechos de los hombres y mujeres mayores no se corresponden con lo que aportaron y crearon en sus mejores años de vida.

Resaltan que convertir en negocio la atención a la tercera edad ha sido motivo fundamental de «la muerte de más de 24.000 ancianos en residencias que tenían la obligación de cuidar».

El tercer punto de su comunicado alude a que el derecho a ser cuidados y atendidos «ha estado y está ausente en multitud de casos». Los mayores muertos en soledad así certifican el abandono institucional que han sufrido, según este colectivo.

En cuarto lugar, la Coordinadora señala que la mayoría de las veces las atenciones y cuidados «han sido desempeñados en la familia y esta labor ha recaído fundamentalmente en las mujeres». Cuidados realizados en el entorno familiar sin remuneración, sin reconocimiento, sin posibilidad de adquirir derechos (como la pensión). Esta ausencia de reconocimiento significará para estas mujeres, cuando sean “mayores”, pobreza, ausencia de derechos y exclusión social.

También afirman que el Día del Mayor, debía ser un día de alegría y de júbilo. Un día en que festejar «el respeto a nuestros mayores, a su dignidad y a su derecho a vivir y morir dignamente». Los pensionistas dicen ser muy conscientes de que esta no es la realidad que viven. Y explican que eso es a causa de que sus derechos han sido convertidos «en un negocio para unos pocos».

La Ley de Dependencia (Ley de autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia) nació con el objetivo de dar respuesta a las necesidades sociales, especialmente de la gente mayor. Necesidades que nacen de la falta de atención social a los problemas de los ancianos: soledad, bajos ingresos, necesidad de ayuda a domicilio, necesidad de pisos compartidos y necesidad de residencias dignas al alcance de las pensiones más bajas. Pero esta ley, subrayan, «no tenía ni tiene la financiación suficiente».

Esto la convierte, según el colectivo, en una ley donde los servicios se cofinancian desde la economía familiar y doméstica. «Quien tenga pocos ingresos obtendrá pocas atenciones y además tendrá muy difícil, si lo necesita, ingresar en una residencia». Más de 60.000 personas (la mayoría ancianos) con derecho a ser atendidos de acuerdo con la ley de dependencia, mueren cada año sin llegar a obtener respuesta de los servicios sociales».

Añaden como reivindicación el hecho de que millones de mujeres sobreviven con pensiones que están por debajo del umbral de la pobreza. «La pobreza tiene cara de mujer y especialmente de la mujer que ha dedicado su vida a la familia y a los cuidados». Por eso piensan que la sociedad debería ser capaz de reconocer mejor el trabajo de esa mujeres: cuidados familiares sin retribuir, atención a los hijos, economía familiar.

Por eso piden reducir la brecha de género en las pensiones y equiparar la pensión mínima al SMI, hoy 950 euros, en el camino de lo expuesto en la carta social europea, 1084, es una cuestión «imprescindible e inaplazable».

CCOO Y UGT EN DEFENSA DE  LOS MAYORES

Las Federaciones de Sanidad y de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras de Cantabria se suman a las movilizaciones organizadas por UNICARE (Organización Sindical Mundial en el sector de Cuidados) el 1 de octubre en toda España para los trabajadores y trabajadoras del sector de la Dependencia.

La concentración está convocada frente a la patronal de la dependencia y, entre sus reivindicaciones, el sindicato exige salarios decentes, más personal y lugares de trabajo seguros.

“No se puede esperar a que termine la pandemia para mejorar las condiciones laborales del personal del sector de la Dependencia, ahora es el momento de construir un escudo humano contra el COVID-19”, señalan desde CCOO. Además, el sindicato recuerda el “papel vital” que los trabajadores y trabajadoras de cuidados desempeñan en las sociedades.

CCOO hace un llamamiento, también a los gobiernos y empleadores de todo el mundo, que “tienen ahora la oportunidad de mejorar las condiciones de trabajo en el sector de los cuidados” y apelan a una reforma centrada en los y las trabajadoras porque si no, señalan, “el sector no estará preparado para proporcionar cuidados decentes a la creciente población de edad avanzada o para hacer frente a una futura pandemia”.

El sector de la Dependencia en España ya estaba movilizado antes de la pandemia y se trata de un sector altamente feminizado, con un alto índice de absentismo laboral por la alta medicalización de sus trabajadoras ocasionadas por lesiones musculoesqueléticas, con bajos salarios y con un convenio de ámbito estatal que está paralizado.

CCOO, además de convocar concentraciones en todo el territorio español el próximo día 1 de octubre, mantendrá un calendario de movilizaciones –el día 8, concentración frente al ICASS y el día 15 frente al Ministerio de Sanidad- para reclamar ante los gobiernos autonómicos y estatal mayor financiación, mejorar las actuales condiciones laborales y retributivas y mejorar la atención a las personas dependientes; para ello, es imprescindible aumentar las ratios de personal, que ya eran escasos antes de la pandemia y, ahora, se han declarado totalmente insuficientes.

“Es la hora de poner en valor al sector de los cuidados, que ha visto como en la época de crisis se produjo un estancamiento en la financiación de estos servicios tan esenciales para la ciudadanía, sobre todo del Gobierno del Estado; por ello, reclamamos una mayor financiación para corregir el actual desfase entre lo que aporta el Estado y lo que aportan las Comunidades”, concluye CCOO.