«Nos espera una larga travesía, pero eso hay que combinarlo con un mensaje positivo»
La Economía de la Salud es un área que va avanzando, se va haciendo un mayor hueco y más ahora que vivimos una alerta sanitaria que ya dura siete meses y que puede prolongarse unos cuantos más.
David Cantarero es un experto de ese área, y tienen que dedicarse a analizar muchos datos para poder ver por dónde van las cosas y qué nos puede deparar el futuro inmediato, en cuanto a la crisis económica que estamos viviendo, o también en cuanto a la vacuna o vacunas que pueden salir adelante, cuándo pueden estar listas y sí podremos alcanzar una inmunidad de grupo que nos haga superar el momento sanitario y, de esa forma, volver a la plena normalidad y luchar por salir del socavón económico.
Reconoce que Cantabria está presentando datos «mucho más positiva». Aún así, el problema no se puede dar por concluido. Retrotrayéndose hasta la pandemia de gripe española, recuerda que en aquella ocasión hubo tres oleadas de la enfermedad. Y no ve motivos para pensar que ahora no se produzcan «al menos tres». Por eso es necesario hacer un plan de futuro, porque lo que se vaticina es que puede haber una sucesión de bancarrotas también en 2021.
En opinión de Cantarero, profesor titular de la Universidad de Cantabria, cree que falta, en España, afrontar la situación con una actitud «más adulta» y «menos infantil». También piensa que eso es posiblemente lo que ha faltado y lo que ha provocado que se hagan cosas mal y no se haya atajado mejor el problema. Esto nos lo cuenta en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
Para lograr que la sociedad tenga una reacción más madura ante lo que le está pasando, sostiene que es necesario dar una información más completa a los ciudadanos, explicando qué pasa, por qué pasa y cómo se pueden ir implementando medidas que soluciones los problemas más urgente.
Por ejemplo, las previsiones sobre la llegada de vacunas más generalizadas se está augurando para finales de 2020, pero es posible que eso no sea posible hasta la segunda mitad de 2021.
Esto quiere decir, según sus palabras, que «nos espera una larga travesía», pero eso no es óbice para que se pueda lanzar «un mensaje positivo». Ser realistas, pero no animar al pesimismo generalizado.
La perspectiva de Cantarero habla también de tomar decisiones teniendo en cuenta a quién pueden afectar. El impacto de la pandemia se está notando mucho más en zonas socioeconómicamente más débiles y con una mayor densidad demográfica. Confinar ese tipo de lugares puede provocar que se ahonde en las consecuencias negativas.
Esta doble desigualdad hace necesarias más ayudas para las personas que viven allí. Es donde las administraciones deben poner un mayor esfuerzo para, como se ha dicho insistentemente desde el Gobierno de España, no se deje a nadie atrás.