Unas doscientas personas han secundado el llamamiento de a Asamblea Contra el Centro de Emprendedores de Torrelavega, formada por las organizaciones políticas EQUO, ACPT, IU, PODEMOS, PCPE y Vecinos de Torrelavega, a formar,  de forma simbólica, mano con mano, formen una cadena humana alrededor de la finca de la Carmencita, este sábado a partir de las 12.00 horas.

Cadena humana contra el proyecto de Centro de Emprendedores en La Carmencita, en Torrelavega (FOTO y foto de portada: ACPT)

El pasado jueves 24 de julio, los concejales del PSOE, PRC y PP dieron votaron a favor de adjudicar la obra del Centro de Emprendedores a la UTE Vías-Codelse por un importe total de 2,6 millones de euros, una cantidad que la Asamblea considera «temeraria».

Los organizadores de la cadena humana explicaron sus motivos durante la rueda de pensa en la que convocaron el acto. Según la Asamblea, el Ayuntamiento ha hecho «oídos sordos al malestar ciudadano, que se opone a esta obra por considerarla innecesaria».

La Asamblea considera que se trata de una obra «no reclamada por los ciudadanos» y que «no responde a las demandas» que planteaban los vecinos del barrio de La Inmobiliaria en 2007. Los responsables de la protesta coinciden en señalar que la inversión destinada a la construcción del centro debería dedicarse a otras cuestiones más urgentes y necesarias, como los problemas derivados de la falta de empleo, la exclusión social o la construcción de zonas verdes para mejorar las condiciones de vida en la zona.

Según explicaron, el proyecto solo sirve para satisfacer «el ego personal y el bolsillo de unos pocos», mientras arroja «muchas dudas» sobre el funcionamiento y gestión del mismo. «Todo está envuelto en bonitas palabras vacías de contenido», concluyeron.

La cadena humana es un llamamiento a todos los vecinos de la comarca que consideren que la obra es «un despilfarro de dinero público» para que participen en una protesta que se construirá «mano con mano», para «dar un abrazo a una finca que de seguir adelante las intenciones del Ayuntamiento tiene los días contados».