“Hartos” o, más aún, “hasta las narices” se sienten en el sector de la hostelería, como aseveraba en rueda de prensa el presidente de la Asociación, Ángel Cuevas, que lamentaba el “constante” e “injustificado” ataque a su sector.

Lamentaba además la “incapacidad” de la Administración, tras anunciar ayer como inminentes unas medidas (no atender en interiores, sino en las terrazas con aforos restringidos) que no entrarán en vigor hasta el sábado. En medio de la confusión, “muchos hosteleros ya han cerrado”.

“Somos el chivo expiatorio de la incapacidad de la administración para controlar las fiestas privadas, los botellones y hasta la propia pandemia”, expresaba, advirtiendo de que el sector se plantea la “imposibilidad” de “hacer frente a las obligaciones fiscales, algo que tendrá que ser comprendido por la administración”.

Tachaba de “mala broma” las ayudas anunciadas hasta la fecha (500 euros desde el Gobierno de Cantabria), cuando en el sector se están perdiendo más de esa cantidad al día, aseguraba, poniendo como ejemplo que un local de 60 metros cuadrados necesita un mínimo de ingresos de 3.500 euros al mes.

“Cada cierre y cada restricción tiene que ir acompañada de una ayuda real. Necesitamos una aportación directa para todos los establecimientos de hostelería que compensen, como mínimo, el 50% de las pérdidas producidas” en 2020, reclamaba, avanzando que han articulado un plan de rescate al sector que harán llegar al Gobierno.

Junto a estas medidas, plantearán una manifestación el próximo miércoles, sin descartar acciones judiciales.