Santander grita #Amparosequeda y anuncia acciones más contundentes
Hace escasamente unas horas que ha terminado la Acampada #Amparosequeda.
Después de una noche intensa y una mañana agitada, Amparo sigue en casa. De momento.
Los representantes del Ayuntamiento llegaban a la vivienda alrededor de las diez de la mañana, para trasladar a Amparo la petición del Consistorio: que abandone la casa de forma voluntaria. La finca se ha metido en medio del proyecto de un vial para conectar con la S-20 del que hay mucho que contar.
La respuesta ha sido negativa. Ahora se abre un tiempo de espera. El Ayuntamiento deberá regresar con una orden judicial. Entonces, ocurrirán más cosas, adelanta la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Santander.
El Ayuntamiento ha respondido rápido: en un (otro) agresivo comunicado, reprocha a la PAH que la acampada ha sido un acto de propaganda, rebaja la participación de los 100 que fueron a los 50 que detallan ellos y acusa a Amparo de estar pidiendo dinero.
UNA LARGA NOCHE EN LA VAGUADA DE LAS LLAMAS
Esto de antes ha sido el trámite burocrático. Para llegar a él, pasó antes una larga noche de reivindicación e incluso convivencia. La PAH había convocado a colectivos y ciudadanos a una acampada en la finca de Amparo, que les abrió las puertas de su casa. Y de su huerta. Y del recinto en el que están sus gallinas y el limonero que plantaron su marido y su nieto.
La acampada comenzó cerca de las 22.00 horas del domingo, cuando empezaron a llegar los primeras personas. Representantes de la PAH, miembros de los partidos que apoyan la iniciativa -Podemos, IU, Equo, las Juventudes Comunistas, el Colectivo de Jóvenes Comunistas, colectivos como Regüelta o Andarivel, que lucha por una renta básica…. También ciudadanos anónimos, algunos venidos incluso de otras comunidades autónomas. Inmigrantes. Gente a la que le preocupa la situación de una mujer de 86 años que puede verse obligada a dejar la casa en la que lleva habitando toda su vida, todo a un precio que considera injusto, que le implica pagar por algo que ya había dejado pagado.
Amparo no pasó la noche en su casa, aunque sí lo lo hicieron sus nietos, que disculparon a su abuela: «lo está pasando mal». Poco a poco fueron sumándose más personas, hasta unas 70, que se acercaron a la zona para pasar la noche y mostrar su solidaridad con el caso. Junto a ellos, amigos de los nietos, primos, vecinas en bata.
En torno a la medianoche, se celebró una Asamblea. Sobre la mesa, un amplio abanico de temas, de lo particular a lo general. Un repaso a la situación del caso de Amparo, un análisis del proyecto de la S-20 –el cambio de lo rural a lo urbano, la lucha por un modelo más sostenible en la zona–, propuestas de nuevas movilizaciones para continuar adelante con la lucha para evitar el desalojo. También: el modelo de ciudad, el papel de las empresas –cuestionadas por los sobrecostes–, la participación ciudadana en el urbanismo, las obras, los precios. Y una preocupación que se va a imponiendo: las de las obras injustificadas, innecesarias. El Centro de Emprendendores de Torrelavega. La Raqueta de Castro Urdiales.
Y advertencias. En este caso de la PAH:
«Cuando llegue la orden judicial, no valdrá únicamente con acampar; si el Ayuntamiento de Santander quiere su propio Gamonal, lo tendrá».
Y llamamientos a resistir: desde encerrarse en la casa, hasta acciones «más fuertes».
También mensajes optimistas: «Esto es el comienzo de algo muy grande». La capacidad de convocatoria y el abrigo de la noche han insuflado optimismo a quienes llevan tiempo trabajando en estos temas y han visto que a su llamamiento han acudido algunas caras nuevas y representantes de otros colectivos. La causa de Amparo ha pasado de lo particular a lo general, es otra revolución egoísta.
Después de la Asamblea, un descanso y mucha charla de madrugada, con música de fondo. Una sobremesa larga. O una vigilia. No sabemos muy bien definirla. El caso es que muchos no durmieron mientras debatían, y debatían, y debatían.
AMPARO SE QUEDÓ
Por la mañana, café de puchero y se suman más personas a la concentración, hasta llegar ya al centenar.
Gente de la PAH de Torrelavega, gente que no pudo dormir allí porque trabajaba o tenía que estar «con los críos».
Y en el aire la incógnita de a qué hora y con qué intenciones llegaría el personal de Ayuntamiento.
Amparo llegó en torno a las 8 de la mañana.
Cansada, y con la lágrima muy cerca de asomar, como parece que está desde que el pasado mes de mayo empezara a precipitarse la expropiación de su finca.
Los gritos de cariño hicieron realidad uno de los lemas, «Amparo no está sola». Faltaba por ver si conseguían que pasara lo mismo con el otro, «Amparo se queda».
Un par de horas después aparecieron por fin los enviados del Ayuntamiento. Y el resto es historia.
Amparo se negó a abandonar su vivienda y el pulso entre vecina, activistas y administración se prorrogará hasta una orden judicial que no sabe cuando llegará.
Así que la PAH llama a estar preparados, y avisa de que entonces acampar no será suficiente.
Por la noche hay quien ha susurrado las palabras encierro y barricada, y otros han dicho en alto Gamonal. Algunos marcan en el calendario las fechas del Mundial de Vela.
Mientras tanto, Santander ya ha dicho que #Amparosequeda
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