La campaña Yo Trabajo Positivo, que aboga por la no discriminación laboral de las personas con VIH, lanza un mensaje de preocupación de que la preocupación por la pandemia del COVID lleve a desatender otras enfermedades como el propio VIH.

Así lo trasladan en un escrito para el que solicitan firmas de apoyo y que enviarán al presidente de Gobierno Pedro Sánchez el próximo 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.

En la misiva invocan a los ODS, los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados como grandes retos de la agenda global por Naciones Unidas, inciden en que entienden que el COVID es “una emergencia de salud que requiere la máxima atención y los esfuerzos sanitarios necesarios para abordar una crisis de salud global”.

Pero transmiten su preocupación “ante el riesgo de que esto se esté traduciendo en una merma en los servicios de atención y los recursos destinados a otras enfermedades que afectan a millones de personas en España y, en particular en lo que se refiere al VIH”.

Y exponen tendencias que han percibido en los últimos meses que les llevan a sentir esa preocupación, como:

• Dificultades cada vez mayores para el acceso a las pruebas de detección del VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), así como al tratamiento antirretroviral y la Profilaxis Preexposición frente al VIH (PrEP).
• Cancelaciones de las consultas programadas antes de la crisis de la COVID-19. El 69% de los pacientes crónicos se vieron afectados de acuerdo al ‘Estudio del impacto de la Covid-19 en las personas con enfermedad crónica’ realizado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), incluidas las personas con el VIH; muchas de ellas sin acceso a internet o teléfono por lo que el seguimiento a su patología no pudo realizarse telemáticamente.

Sobre el impacto que esta realidad tiene sobre las personas afectadas, cabe destacar un estudio recientemente publicado en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (Impact of the COVID-19 Pandemic on the Medical Follow-up and Psychosocial Well-Being of People Living With HIV: A Cross-Sectional Survey) que ha concluido que las restricciones por causa de la COVID-19 han empeorado el seguimiento médico de la infección por el VIH y sus consecuencias negativas también afectan a la salud mental de las personas con el VIH.

• Se ha registrado un aumento de la discriminación hacia las personas con VIH en el ámbito laboral porque algunas medidas adoptadas como respuesta a la COVID-19 han incrementado y diversificado las situaciones de vulneración de los derechos vinculados con la protección de la salud, la privacidad y la confidencialidad.

En definitiva, advierten de que “los avances de la Agenda 2030 están en peligro”, y citan el informe de ONUSIDA sobre la epidemia mundial de sida, publicado en julio de este año, que desveló que no se cumplirán los ‘Objetivos 90-90-90’ fijados para este 2020 (90 por ciento de personas con VIH diagnosticadas, 90 por ciento con tratamiento antirretroviral y 90 por ciento con carga viral suprimida).

En España, la directora del Plan Nacional sobre el SIDA del Ministerio de Sanidad, Julia del Amo, reveló recientemente que, en el caso de los nuevos diagnósticos, se está muy lejos de alcanzar el objetivo en este 2020 porque se están haciendo menos diagnósticos y los que se hacen son de forma tardía.

En consecuencia, recordando el compromiso de España con la Agenda 2030, piden que se refuerce de forma general el Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030 “con decisiones políticas a largo plazo y con una visión estratégica centrada en los Derechos Humanos”.

“Precisamente, la COVID-19 ha hecho más visible que nunca la necesidad de abordar la salud de manera comprehensiva si queremos ser efectivos y garantizar la salud como un derecho de todas las personas. Aún tenemos 10 años por delante y estamos en un punto de inflexión en el que hay que fortalecer los compromisos para no lamentar las consecuencias de un retroceso”, advierten.

Y proponen cinco medidas concretas en la respuesta frente al VIH y la COVID-19.

• 1.- Garantizar el Enfoque de Derechos Humanos.
  Es necesario generar estrategias globales, coordinadas, participativas, con perspectiva de género y enfoque de derechos en cuyo centro estén el cuidado y la dignidad de las personas. Las medidas de respuesta a la COVID-19 no deben menoscabar los derechos básicos de los ciudadanos y deben ser enmarcadas en el seguimiento y control parlamentario.
• 2.- Involucrar a la comunidad en la respuesta al VIH y la COVID-19.
  La participación es un principio fundamental de los Derechos Humanos. Las comunidades deben ser parte de la toma de decisiones, la gobernanza y el monitoreo de la respuesta a la crisis generada por el coronavirus. El trabajo con las comunidades afectadas ha demostrado, además, ser una herramienta eficiente en la implementación de políticas de salud pública como demuestra la respuesta al VIH o la tuberculosis.
• 3.- Reducir y erradicar todas las formas de estigma y discriminación.
  Es necesario impulsar el objetivo de promover la igualdad de trato y la no discriminación de las personas con el VIH en el “Plan Estratégico de Prevención y Control de la Infección por el VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual”, entre 2021 y 2030. Con el fin de superar su insuficiente nivel de desarrollo actual y la ausencia de los recursos previstos para llevar a cabo sus proyectos prioritarios como el “Pacto Social por la no discriminación y la igualdad de oportunidades asociadas al VIH”.
• 4.- Fortalecer los sistemas de salud públicos
  Es imprescindible la inversión para conseguir un sistema de salud público de calidad y promover la investigación para hacer frente a las nuevas enfermedades y pandemias. Valoramos positivamente el incremento del 75,3% para el sector salud previsto en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado y solicitamos que éste se dirija al refuerzo de los sistemas sanitarios para una respuesta a largo plazo.
• 5.- Evitar el desvío de recursos esenciales hacia la COVID-19 dejando desatendidos servicios básicos
  El cierre de servicios asistenciales básicos deja sin atención a personas vulnerables y dificulta el acceso a atención sanitaria de calidad. La respuesta a la COVID-19 no puede ni debe pasar por el desvío de recursos sino por su fortalecimiento.

YO TRABAJO POSITIVO

Esta campaña trata de erradicar la discriminación asociada al VIH en el ámbito laboral y dará a conocer los derechos de este colectivo en un ámbito imprescindible para el desarrollo humano.

En Cantabria, ACCAS (la Asociación Ciudadana Cántabra Antisida) ofrece servicios dirigidos a la capacitación, orientación socio-laboral de las personas que viven con VIH y otras personas en situación de riesgo de exclusión social.

Y con esta iniciativa quiere visibilizar la importancia de trabajar en contra de la discriminación por VIH en el ámbito laboral así como ejecutar acciones concretas para erradicarla a través de estrategias de prevención del VIH y de promoción de los derechos de las personas con VIH, ya que diversos estudios e informes señalan que aproximadamente un tercio de la población española rechazaría compartir su espacio de trabajo con una persona con el VIH.

La falta de información, los prejuicios y el estigma asociados a la infección están detrás de esta actitud discriminatoria que provoca que muchas personas vivan con miedo a que se conozca su diagnóstico, no sean contratadas o puedan perder su empleo.

La OIT estima que en 2020 haya 29,9 millones de trabajadores y trabajadoras con VIH en el mundo, frente a los 22 millones del año 2005 o los 26 millones en 2015.

El éxito del tratamiento permite su mayor participación en la fuerza del trabajo. Por otra parte, el número de jóvenes con VIH está aumentando. En 2017, las personas menores de 40 años supusieron el 63% de los nuevos casos en España -2.134 casos-, frente al 59% del año anterior -1.994 casos-.

La Coordinadora Trabajando en Positivo (www.trabajandoenpositivo.org) está compuesta por 17 entidades de 11 CCAA diferentes (en Cantabria, ACCAS) que compaginan el apoyo a personas en situación de exclusión social con el fin de mejorar su empleabilidad; el apoyo a empresas para mejorar su compromiso social y la sensibilización y concienciación de cualquiera de los agentes implicados en el ámbito laboral con el objetivo de mejorar las condiciones de inserción laboral de las personas con el VIH o coinfectadas con el VHC y de otros colectivos con dificultades para el acceso al empleo.

SEMANA EUROPEA DE LA PRUEBA  DEL VIH

Estos días son la Semana Europea de la Prueba del VIH, que busca fomentar el diagnóstico precoz del VIH entre la población general ante el elevado porcentaje de diagnósticos tardíos que se dan en nuestro país, que se mantiene estable en el 47,6%.

De los 3.244 casos de VIH diagnosticados en España en el año 2018, 1544 fueron de forma tardía, 468 de los cuales estaban ya en fase SIDA.

Una persona que es diagnosticada de forma tardía puede ver agravado su estado de salud aun sin la presencia de síntomas aparentes y puede estar transmitiendo el virus a sus parejas sexuales sin saberlo.

En Cantabria se puede realizar la prueba del VIH en la propia asociación, ubicada en la calle Ruiz Zorrilla 12 en Santander, de forma anónima, confidencial y gratuita, solicitando una cita previa en el teléfono: 657 93 62 95 o en el email: psicologia@accas.es.

También, adquiriendo el auto-test en oficinas de farmacia donde algunas además, ofrecen test rápidos.

Debido a la situación actual marcada por la COVID-19 estas son las vías más responsables para no saturar el sistema sanitario.