«Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son la constatación de un fracaso»
Este día en el que se conmemora la Declaración Universal de Derechos Humanos, nuestra tertulia del día en Arco FM ha querido tratar el tema de cómo estamos hoy en día al respecto del cumplimiento de ese documento de 1948 y cómo se puede conseguir que los Objetivos de Desarrollo Sostenible progresen en su meta de ser más reales en el año 2030.
El espacio que hemos vuelto a abrir es Cantabria 2030, una sección que hacemos de la mano de la Coordinadora Cántabra de ONGDs. Precisamente uno de sus miembros nos ha acompañado, José Carlos Ceballos. También hemos contado con Silvia Abascal, directora general de Cooperación del Gobierno de Cantabria, y con Paco Gómez Nadal, miembro del espacio de cultura crítica y librería La Vorágine de Santander.
La visión de los tres coincide en señalar que algo se está haciendo mal cuando es necesario plantear un horizonte como el de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para que haya diversas cuestiones en las que es necesario actuar para avanzar. El acceso a recursos básicos, la sostenibilidad o la igualdad son sólo algunos de ellos.
Para Gómez Nadal es importante «identificar los por qués» de que se incumplan los derechos humanos. Es decir, ir a la raíz del problema para poder solucionarlo. Y no deja de ser una cuestión global, porque en los países más desarrollados tampoco se respetan como se debería. Aludía, por ejemplo, a la polémica suscitada en torno al Puerto de Santander, cuando se decidió elevar la valla para evitar el salto de polizones, señalando a grupos de migrantes que podían poner en riesgo la viabilidad del propio Puerto, cuando la realidad ha demostrado que ese no era un argumento válido.
Ceballos, que tiene experiencia como cooperante en Palestina, señalaba ese caso como paradigmático de los incumplimientos de los derechos humanos señalados en la Declaración de 1948. Algo en lo que señala a la comunidad internacional, pero también directamente a la Unión Europea como un potente actor que no activa políticas ni mecanismos para mejorar la situación. «La UE tiene muchos deberes que hacer», añadía Abascal, refiriéndose a Palestina o a muchas otras situaciones que requieren acción para avanzar.
Más de actualidad tenemos ahora el caso del Sáhara Occidental, donde Marruecos ha roto el alto el fuego el pasado noviembre, en una zona donde los incumplimientos de las propias resoluciones de Naciones Unidas siguen produciéndose 45 años después de que dejara de ser colonia española. Y es un problema que también guarda relación con las llegadas de migrantes a Canarias, un lugar donde no se cumple con el respeto a las personas que llegan buscando un vida mejor.
Naciones Unidas es la organización a la que se miraba con esperanza para que pudiera garantizar que los derechos humanos se cumplieran en todo el mundo. Sin embargo, también se ha constatado que no lo está logrando. Gómez Nadal señala su «incapacidad», y Ceballos ahondaba en que la propia estructura y funcionamiento del Consejo de Seguridad es un freno para que eso suceda, porque basta con el veto de uno de sus cinco miembros permanentes (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia) para que una resolución no se apruebe.
72 años después de esa Declaración, lo preocupante para los participantes en nuestra tertulia es que estamos en «franco retroceso», como señalaba Ceballos. «En algunos sitios se están menoscabando», subrayaba Abascal.