El Gobierno de Cantabria ha anunciado nuevas medidas que va a publicar en el Boletín Oficial de Cantabria y que permanecerán vigentes hasta el 16 de enero. Además, plantea las excepciones a que se van a poder acoger los ciudadanos en las fechas navideñas.

El cierre perimetral de Cantabria continúa, pero desde el 23 de diciembre hasta el 6 de enero se va a permitir la salida y entrada de personas que quieran ir a una segunda residencia o reunirse con familiares y allegados. es decir, se adopta el «planteamiento más flexible» que permite el Ministerio de Sanidad, como anunció el presidente de la comunidad, Miguel Ángel Revilla.

El toque de queda prosigue como estaba, desde las 22:00 hasta las 6:00. Aquí la excepción será en Nochebuena y en Nochevieja, donde comenzará la restricción a la 1:30 de la madrugada, para permitir a que se pueda regresar al domicilio, pero no «para permitir acudir a otros contactos sociales, explicaba Revilla.

El número de personas que pueden reunirse en las cenas de Nochebuena y Nochevieja y en las comidas de Navidad y Año Nuevo se eleva hasta 10, salvo que sean sólo convivientes los que se reúnen. Y se pide que no haya más de dos grupos de convivencia que se reúnan en esas citas especiales. En los espacios públicos, el límite sigue establecido en seis personas.

El presidente también ha dado a conocer que, en coordinación con la Delegación del Gobierno se desplegará un “amplio dispositivo policial” para que los ciudadanos cumplan con las limitaciones impuestas para detener la evolución de la COVID-19, al tiempo que ha hecho un “llamamiento” a la responsabilidad personal para que solo se hagan desplazamientos por “auténtica necesidad”, ya que —ha afirmado— no existe “fuerza coercitiva para controlar a 47 millones de españoles” en su voluntad de movimiento.

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez ha secundado el llamamiento del presidente para “cambiar hábitos” típicamente navideños como “las típicas salidas para beber” evitando concentraciones de personas incluso en exteriores.

El consejero de Sanidad ha advertido que las medidas están “sujetas a revisión” en función del comportamiento del virus y solo podrían flexibilizarse si descienden los niveles de alerta.

El presidente quiso aclarar también que todas estas normativas pueden ser objeto de modificación si se detecta una marcha atrás y un empeoramiento de la situación de la pandemia.

Junto a las medidas, el presidente también quiso insistir en mensajes de responsabilidad de la población, e hizo un llamamiento a moverse «poco, sólo desplazamientos por necesidad». Quiso remarcar también que no pasa nada por tener una Navidad con menos contactos de los habituales, y que ya llegará el momento de poder celebrar que el COVID-19 deje de causar los problemas que está causando.

«Este virus mata», dijo Revilla en repetidas ocasiones durante su intervención. «Mientras llega la vacuna tenemos que convivir con un COVID que va a seguir matando gente», señaló. También quería animar a reflexionar sobre los meses que quedan para que un alto porcentaje de la población esté vacunada, porque será un tiempo en el que seguirá habiendo una incidencia que puede tener fatales consecuencias.

«Que no sea la última Navidad» para las personas es otro de los mensajes que lanzó el presidente del Gobierno. Que no se produzca una mayor mortalidad por querer tener una mayor movilidad. «Si nos cuidamos, si respetamos las normas, si nos aislamos, es mucho más fácil no contagiarse».

Por eso quiso incidir en que «lo único que cabe es la responsabilidad de cada uno», porque no hay suficiente policía para poder controlar todo lo que hacen los ciudadanos a la hora de respetar las restricciones. «Que no nos arrepintamos» después de lo que suceda durante estas fiestas, dijo también.

«Hay que entender por qué se toman estas medidas», afirmó en relación a la evolución de los datos sanitarios. Reconoció que Cantabria ha pasado de ser un lugar donde la afectación era de las más bajas de España y llegó a ser de las que peores cifras ha tenido este otoño, pero ahora la incidencia acumulada a 14 y 7 días permite decir «que no estamos bien, pero estamos muchísimo mejor».

También insistió en que no es él quien toma las decisiones, sino que las directrices vienen desde el Ministerio de Sanidad y después las Comunidades Autónomas actúan «en función de la flexibilidad que nos otorgan» desde la Administración Central. Y en todo momento él obedece a los informes de los expertos sanitarios en Cantabria. «Ni siquiera el consejero toma las decisiones», sostuvo.

LOS DATOS

Por su parte, el vicepresidente y portavoz Pablo Zuloaga se ha referido, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, a la evolución epidemiológica de la COVID-19 en Cantabria, indicando que el miércoles se cerró con 76 casos nuevos y que a primera hora de hoy jueves se acumulaban 26 casos más.

De acuerdo con estos actos actualizados a primera hora del jueves, Cantabria registra 18.091 acumulados positivos y 16.079 personas curadas, con un total de 1.644 casos activos. Los casos activos entre el personal sanitario ascienden a 49.

La cifra de fallecidos se ha incrementado a 368 personas, con cinco nuevos fallecimientos, cuatro en la jornada de ayer (tres hombres de 87, 91 y 103 años y una mujer de 84 años) y uno en lo que llevamos de día (un hombre de 84 años).

Actualmente, en Cantabria hay 128 pacientes hospitalizados por COVID, de los que 21 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos. Las personas en cuarentena domiciliaria se elevan a 1.516.

En cuanto a la incidencia acumulada en los últimos 14 días, de acuerdo con los datos del miércoles, Cantabria presenta una tasa de 209 casos por 100.000 habitantes, lo que mantiene a la comunidad autónoma en un nivel 3 de alerta. La ocupación hospitalaria de pacientes COVID se sitúa en un 8,8% y en la UCI en un 19,3%.

En lo que se refiere a la situación de las residencias, el vicepresidente regional ha indicado que la incidencia se ha estabilizado en torno a 260 usuarios, fijando en el 6 de diciembre el pico máximo con 289 positivos, cifra que ha ido disminuyendo progresivamente.

Este pico máximo, ha aclarado, ha venido precedido de un seguimiento activo en las residencias con casos positivos, un cribado efectivo y eficiente que ha permitido detectar positivos asintomáticos entre los residentes.

En este sentido, ha puesto en valor el trabajo y la coordinación existente entre los profesionales de las Consejerías de Sanidad y de Empleo y Políticas Sociales, señalando que actualmente la residencia de mayores de Suances cuenta actualmente con 56 personas activas.

Ante estas cifras de evolución epidemiológica y con la proximidad de las fiestas navideñas, el vicepresidente regional ha incidido en la importancia de cumplir con las recomendaciones sanitarias establecidas, haciendo especial referencia a las personas mayores.

En el ámbito educativo, se han sumado en cuarentena dos nuevas aulas de infantil y primaria, elevando a 10 las aulas en cuarentena de un total de 2.654 aulas. En ESO, bachillerato y formación profesional se unen a la situación de cuarentena seis alumnos de dos centros en Laredo y Reinosa.

De cara a la Navidad, el vicepresidente ha vuelto a apelar a la responsabilidad de la población para mantener las normas de seguridad que garanticen la salud de todos, insistiendo que lo que requieren los próximos días es el cumplimiento de las medidas implementadas para proteger la salud.