La plataforma de apoyo a Amparo, la vecina de Santander de 86 años de edad a la que el Ayuntamiento quiere expropiar su finca para construir un vial en la Vaguada de Las Llamas, ha hecho un ‘ensayo’ de hasta donde están dispuestos a llegar en su objetivo de frenar este proyecto.

Unas 70 personas (cifra similar a los que acudieron a la acampada hace casi un mes) han secundado este martes el llamamiento de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Santander y han logrado que las palas de Copsesa, una de las empresas adjudicatarias (propiedad del alcalde de Ramales de la Victoria, del PP), paren temporalmente.

Las protestas en apoyo a Amparo siguen manteniendo el nivel de asistencia

La semana pasada comenzaron en la zona los primeros trabajos, en las fincas de al lado de la de Amparo, ya que sobre la suya no se podrá actuar hasta que llegue la orden judicial.

Amparo rodeada de máquinas en torno a su finca

Pero de momento se había empezado a trabajar en la parte en la que se podía, incluyendo el cierre de accesos peatonales a la zona, en lo que tanto la PAH como la familia de Amparo ha visto como un “asedio” y un “acoso” que les ha hecho reaccionar con esta convocatoria.

El colectivo avisa de esta forma de hasta donde están dispuestos a llegar –ya dijeron en la acampada que si el alcalde, Íñigo de la Serna, quería “su Gamonal”, lo tendría- y también recuerda al regidor la inminente cita del Mundial de Vela.

Mientras, desde el Ayuntamiento, el concejal de Infraestructuras, César Díaz, explicaba los detalles de las obras que habían empezado la semana pasada: el desbroce del terreno, la demolición de dos edificaciones ubicadas en la traza por la que discurrirá esta nueva conexión transversal y el desmontaje de las líneas eléctricas de media tensión, que requirieron, justificó, el corte de los accesos a la vivienda de Amparo, aunque añadiendo que queda otra conexión peatonal y para vehículos desde la S-20.

El siguiente paso, en breve, serán las labores de cimentación de la estructura con la ejecución de los pilotes de hormigón armado. En total, los trabajos durarán 14 meses, con un presupuesto de 3,7 millones de euros a la unión de empresas entre Copsesa e Isolux-Corsán, apercibida por el Tribunal de Cuentas por sobrecostes del 30% en un proyecto similar en la zona.

El Ayuntamiento insiste en el carácter “estratégico” de este proyecto de “movilidad sostenible” que se espera que utilicen 5,5 millones de vehículos al año, “que reducirá considerablemente los trayectos de viaje en la ciudad y conformará un nuevo itinerario peatonal y de bicicletas para atravesar la vaguada de Las Llamas”.