Los presupuestos de Santander destinan casi medio millón al minizoo de La Magdalena
Los presupuestos de Santander para 2021, en los que el PP ha aceptado imposiciones por parte de Vox que perjudican a colectivos como las mujeres, los gitanos, comerciantes, migrantes o peticionarios de asilo político, por un importe de unos 530.000 euros, consignan casi otro medio millón de euros ligados al funcionamiento del minizoo de La Magdalena.
En concreto, según el detalle de los gastos previstos para 2010, consultados por EL FARADIO, la suma de las partidas relacionadas con esta instalación asciende a 461.000 euros.
Gran parte de los gastos van ligados al personal de mantenimiento: los sueldos suponen 100.896 euros, los trienios 24.597, los complementos de destino (por estar en un puesto diferente al que debiera corresponder) 48.635 euros, y el complemento específico asciende a 140.161, a lo que hay que sumar los 99.769 euros en Seguridad Social.
El personal (doce operarios, según la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento para 2020 y con salarios inferiores a los mil euros) pertenece a la Categoría E, es decir, no requiere alguna titulación específica relacionada con los animales, su atención y su hábitat.
A esto hay que sumar partidas ya ligadas al funcionamiento, como los 45.000 euros de maquinaria y utillaje, o 2.700 en productos farmacéuticos.
La cifra va en la misma línea de los gastos de los últimos años, que suponen una media de 500.000 euros cada año, a pesar del debate abierto el año pasado sobre su continuidad a raíz de las fotos que dieron la voz de alarma por el mal estado de sus animales, que llevó a la creación de un grupo de expertos que debatiera sobre alternativas de futuro.
Lo cierto es que no han trascendido grandes avances del resultado de los trabajos de ese comité de expertos, más allá de la acusación por parte de la Fundación Franz Weber de que todo se trata de un “paripé” en el que no se producen ni avances ni encuentros, sin que se responda a sus peticiones de información y con descalificaciones a los expertos animalistas.
El equipo de Gobierno llegó a plantear como ideas un refugio de aves marinas –que suelen ir ligados a la demanda, es decir, a la necesidad de rescate— o un santuario –con un alto nivel de exigencia de calidad–, alternativas ambas cuestionadas por organizaciones como la Fundación Franz Weber, Anima Naturalis o ZooXXI.
Parte de los problemas en el minizoo de La Magdalena es de origen, por un diseño concebido para animales terrestres como leones, cuyos fosos se rellenaron para destinarlos a usos marinos para los que no estaban preparados ni por climatología ni por tamaño. Es una infraestructura que disuade a las focas de salir a tierra y a los pingüinos de entrar en el agua, y que genera enfermedades distintas, como la capa de verdín sobre una de las focas que despertó las alarmas.