A simple vista la idea de tratar de tirarse un cubo de agua helada, grabarse en vídeo y difundirlo con la idea de hacer filantropía puede parecer cuando menos estrambótica, pretenciosa pero…¿eficaz?

Si atendemos a las cifras (solo en España se han recaudado 120.000 euros) puede parecer que sí, que se ha n cumplido los objetivos de esta campaña que comenzó de forma espontánea un afectado por la esclerosis en Boston el pasado julio.

Sin embargo, hay algo muy raro en todo esto y mi yo más cínico se niega a dejarlo pasar de largo…toda esta gente que se tira cubos de agua en pos de objetivos tan filantrópicos y loables como la lucha contra la ELA…¿se acordarán de la misma pasados unos meses?

Y aquí se nos plantea un inquietante debate ; quienes participan en esta cadena mediática…¿hasta qué punto lo hacen coaccionados de alguna forma para no resultar diferentes, maleducados, egoístas? Todos sabemos lo totalitario y uniforme que puede ser el mundo de las redes sociales, seguro que muchos consideran la escasa necesidad de nadar contracorriente antes de claudicar y tirarse encima el cubo de marras.

¿Adónde quiero llegar con todo esto? Pues bien, no les veo mucho sentido ni razón de ser a los ¨sprints¨ solidarios, lo que necesitamos en esta sociedad es una solidaridad de base, una rutina, corredores de fondo y no velocistas.

Por otra parte, lo que puede pasar con este reto del cubo es que terminaremos por concluir que las grandes gestas filantrópicas han de venir precedidas de aspavientos online, siempre grabados, todo muy casual pero meditado. En otras palabras, que a nadie se le ocurra ser solidario sin gritarlo a los cuatro vientos.

Este concepto puede resultar muy peligroso puesto que la sociedad está comenzando a asimilar que no tiene mucho sentido ser filántropo o solidario en la intimidad de tu hogar. Ser y parecer son por fin la misma cosa.

Es una lástima que desde las redes sociales se frivolice así con una enfermedad que afecta a 30.000 españoles y de la que casi ni nos hemos enterado en qué consiste; en ninguno de los vídeos de solidarios en remojo he escuchado nada sobre la ELA (tratamiento, posibilidades de recuperación, síntomas, cómo afecta al enfermo y a qué ritmo le deja con un cuerpo inutilizable mientras conserva una mente pristina).

Ser solidario está muy bien, es una tarea muy loable y muchos argumentarán que gracias a esta espontánea y divertida cadena se han recaudado miles de euros. Genial. Estoy a favor de todo lo bueno que puedan aportar las redes sociales y me parece muy positivo que se usen con motivos filantrópicos. Sin embargo, tengo la sensación de que al echarse el cubo de agua helada y grabarse muchos lo hacen por ayudarse a sí mismos (y a su ego) y no a los afectados por la ELA.

En el fondo soy solo una romántica que piensa que los objetivos por los que alguien hace algo importan tanto como la acción en sí misma. La capacidad de raciocinio que posee el ser humano implica que antes de emprender una acción cada uno ya sabe cuál es la idea que le mueve a realizar ese esfuerzo. Si la meta que le motiva a uno a tirarse un cubo de agua mientras es grabado es conseguir un montón de ¨likes¨ y de paso que hablen de él, estamos confundiendo solidaridad con narcisismo.

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