Crecen los episodios de represión a activistas en el Sáhara Occidental
«Allana la casa ¿para qué voy a abrir? Mis hijos no están aquí. A mi hijo Ghali os lo habéis llevado hoy. El otro estaba detenido y lo habéis soltado, No tengo nada en mi casa, sólo mi hija y yo» discute atemorizada Oum Fadli con Fuerzas especiales de ocupación que intentan allanar su casa en la tarde de jueves.
Los comandos han detenido a su hijo el expreso político Ghali Bouhala, y han allanado la casa familiar. Agredieron a la madre y su hija, destrozaron las puertas y armarios y robaron los móviles, según denuncia la familia en un testimonio.
Tras este episodio, su hermano subió a la azotea con una bandera de la RASD, amenazando con seguir protestando arriba mientras la casa se encuentra rodeada por decenas de coches y fuerzas de intervención.
Hasta ahora se desconoce el paradero del detenido. Con la situación de guerra han aumentado mucho las detenciones y allanamientos a casas de activistas. Organizaciones internacionales lo están denunciando.
Por otra parte agentes de la policía encapuchados secuestraron al activista Moahamed Nafaa Boutasofra en plena la calle en el Aaiún.
Su familia se ha enterado 10 horas más tarde por un testigo. Sigue desaparecido. Su familia desconoce el centro de detención.
La violencia y represión persisten en el Sáhara Occidental. A través de diferentes redes sociales se difunde en cómo agentes de la policia marroquíes detienen y allanan casas de activistas saharauis.
La activista saharaui Sultana Khaya resultó hoy gravemente herida en su cabeza, fue apedreada por el comisario la jefatura de policía de Bujador Ocupado, Abd Hakim Aamir, quien además agredió a su hermana lanzando piedras, lo que resultó con heridas en la boca rompiendole sus dientes. Sultana y su hermana habían salido frente a su casa para recibir unas invitadas, policías marroquíes y sus oficiales les agredieron utilizando excesiva violencia.
Este tipo de prácticas inhumanas contra los saharauis demostró las intenciones ocultas de la policía «la intención deliberada de matar a Sultana o de sacarle el ojo sano en represalia por su insistencia en resistir pacíficamente contra la ocupación, y también por la misoginia de los paramilitares que rodean la casa.» denuncia Waara Khaya
Alwaara, en una llamada telefónica con «Equipe Media», agregó igualmente que las fuerzas de ocupación atacaron a otras dos mujeres saharauis, Fatimeto Babi y Maymouna Hamia, con el fin de sembrar el terror entre los saharauis de la ciudad e impedirles cualquier intento de impedirr un arresto injustificado que padece la familia durante casi tres meses.
Más: este domingo el tribunal marroquí en El Aaiún ocupado amaneció cercado por un cordón policial y paramilitar para impedir el acercamiento de saharauis al juicio de los jóvenes activistas Ghali Bouhala y Mohamed Nafaa Boutasoufra.
Ambos fueron secuestrados por fuerzas especiales hace dos días y nada se sabía de ellos. Los policías que rodeaban el tribunal han utilizado la fuerza para prohibir a los familiares acceder al juzgado para conocer la situación de sus hijos.
Ambos activistas han ingresado esta tarde en la prisión de la capital saharaui ocupada a la espera de otro juicio que se va a celebrar en los próximos días, según su abogado Abou Khalid.
Por otra parte, el preso político saharaui Mohamed Lamin Haddi ha cumplido ya 33 días en huelga de hambre indefinida para protestar contra la administración de la terrible cárcel de Tiflit 2, en Marruecos, por los tratos inhumanos que le infligen. Inició su huelga de hambre el pasado 13 de enero tras ser atacado en su celda por los funcionarios en varias ocasiones. Exige que se acabe el aislamiento al que lleva tres años sometido, que pueda recibir visitas, lo que no ocurre desde hace un año, que pueda hablar por teléfono algo más de unos escasos minutos semanales. Pide que se le trate con humanidad y se respeten dentro de prisión los derechos más básicos, como el derecho a la alimentación, a la atención médica y a la educación.
Su madre, Manina Haddi, desconsolada, denuncia en un vídeo su situación a : «Cumple hoy 32 días de huelga de hambre indefinida. No tengo ninguna información sobre él. La última vez que escuché su voz fue el lunes pasado. No sé si está vivo o muerto». Asimismo, hace un llamamiento a las organizaciones defensoras de derechos humanos y a la comunidad internacional para que actúen urgentemente en favor de la liberación de todos los presos políticos saharauis que languidecen en las cárceles marroquíes.