Cantabria aplicará desde el miércoles medidas por municipios en función de su incidencia
A partir de las 00:00 horas de este miércoles, 12 de mayo, entrarán en vigor en Cantabria un nuevo sistema de vigilancia epidemiológica por municipios y medidas sanitarias en función del nivel de incidencia que presente cada uno de ellos, con criterios de evaluación diferentes para los que tengan más o menos de 5.000 habitantes y teniendo en cuenta dos indicadores, fundamentalmente: la incidencia acumulada a 7 días para la población general y para el grupo de 65 o más años.
De forma global, las medidas que serán de aplicación afectarán al desarrollo y a los aforos del comercio minorista, la hostelería y la restauración, las actividades culturales, los velatorios, funerales y otras ceremonias, las actividades físicas en grupo, las actividades deportivas y la asistencia a eventos deportivos.
Por lo que respecta a la hostelería y la restauración, uno de los sectores más afectados por la pandemia, se permitirá la apertura de los establecimientos interiores en aquellos municipios que estén en los niveles 1 y 2, con un aforo del 50% y de 1/3, respectivamente, permaneciendo los locales cerrados en aquellos ayuntamientos clasificados en los niveles 3 y 4.
Dichos niveles se corresponden con los establecidos en el documento de ’Actuaciones de respuesta coordinadas para el control de la trasmisión de COVID-19, aprobado por la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, que determina lo siguiente: en el caso de la incidencia acumulada a 7 días para la población general, el nivel bajo se sitúa entre 10 y 25 casos, el medio entre 25 y 75, el alto entre 75 y 125 y el muy alto a partir de 125, mientras que para el grupo de 65 años o mayores el nivel bajo se fija entre 10 y 25, el medio entre 25 y 50, el alto entre 50 y 75 y el muy alto a partir de 75 casos.
Además de estos parámetros, en los municipios de menos de 5.000 habitantes se hará una lectura pormenorizada de otros indicadores como el número absoluto de casos confirmados, el nivel de alerta de los municipios limítrofes, la distribución geográfica de los casos, los positivos nuevos asociados a brotes o el número de contactos por caso, entre otros.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente, Pablo Zuloaga, y el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, junto con el presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, Pablo Diestro, han presentado hoy las novedades que regirán en la Comunidad Autónoma a partir del miércoles y que mañana se publicarán en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), junto con el listado que detallará el nivel que presenta en estos momentos cada uno de los 102 ayuntamientos cántabros, que se actualizará de forma semanal.
“Cambio de estrategia”
Revilla ha explicado que “este cambio estrategia pretende focalizar la lucha contra la pandemia en los lugares que tienen una incidencia mayor y no en todo el territorio de Cantabria”, como venía siendo habitual hasta ahora. Según ha dicho, en este escenario será el consejero de Sanidad “la única autoridad competente” para adoptar medidas en situaciones de urgencia o necesidad, si bien esas medidas deberán ser previamente consultadas y valoradas por el Consejo de Gobierno y por el propio presidente.
El jefe del Ejecutivo, cuyo deseo hubiese sido informar hoy de la nueva situación en el Parlamento de Cantabria, algo que finalmente no ha sido posible por el rechazo de los grupos de la oposición, ha señalado que Cantabria toma esta decisión tras el decaimiento del Estado de Alarma en la jornada de ayer, domingo día 9, y a la espera de que el Tribunal Supremo adopte “lo antes posible” una “postura unificadora” para todas las comunidades autónomas, en vista de las diferentes resoluciones que están adoptando algunos tribunales de justicia autonómicos.
“Cantabria no quiere imponer medidas que impliquen un pronunciamiento de la justicia que pueda hacerlas decaer, incluso, antes de ser efectivas”, ha apuntado.
Por su parte, Pablo Zuloaga ha afirmado que el final del Estado de Alarma significa que decaen las limitaciones que afectaban a la libre movilidad de los ciudadanos, “pero no decae el riesgo a la enfermedad, que sigue estando muy presente en nuestra sociedad”.
Zuloaga se ha referido, asimismo, a otra variable que está alargando la cuarta ola en la región y que tiene que ver con los desplazamientos laborales que a diario tienen que realizar muchos ciudadanos y ciudadanas de Cantabria y del País Vasco a uno y otro lado la frontera, cuyos efectos se dejan notar, especialmente, en los municipios de la zona oriental.
Por ello, el vicepresidente ha apelado a la responsabilidad para cumplir con las medidas que entrarán en vigor a partir del miércoles como “única arma” para conseguir superar esta cuarta ola, junto con el avance de la campaña de vacunación. Al mismo tiempo, ha asegurado la coordinación institucional con los diferentes ayuntamientos de Cantabria y con el Gobierno de España, a través de la Delegación del Gobierno y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Finalmente, el consejero de Sanidad ha justificado que, ante la pérdida del control de la movilidad con la supresión del Estado de Alarma, “se hace necesario un nuevo sistema de evaluación epidemiológica”, que estará determinada ya no solo por la movilidad interna, como hasta ahora, sino también por la externa.
En este sentido, ha puntualizado que la Consejería de Sanidad ha diseñado un modelo centrado en unidades territoriales más pequeñas, “siendo el municipio la demarcación más apropiada para tal fin”, y que será “temporal” hasta que esté inmunizada la mayor parte de la población.
Sobre la situación epidemiológica a día de hoy, Miguel Rodríguez ha informado de que, pese a que Cantabria sigue en nivel 3 de alerta, la incidencia acumulada a 7 días se encuentra “ronzando el nivel 2”, con 77 casos por cada 100.000 habitantes, y la tasa a 14 días está en 205.
El factor que más preocupa en estos momentos es el porcentaje de ocupación UCI, un 28%, mientras que la ocupación hospitalaria se sitúa en el 8,3% y el índice de positividad en el 5,5%.