El Ayuntamiento de Santander y la Asociación Cultural de Desarrollo Comunitario Centro Cultural ‘Quima’ van a reforzar su colaboración para mejorar la calidad de vida de los vecinos de la ladera Norte de El Alta (General Dávila).

La alcaldesa Gema Igual y la presidenta, María José Sánchez Rivero, han firmado un convenio de colaboración, dotado con 12.063 euros, cuyo objetivo es organizar actividades culturales o la promoción de la salud, el ejercicio físico y los hábitos de vida saludables. Asimismo, el Ayuntamiento colabora desde el año 1996 con esta entidad apoyando un programa específico para la promoción y participación social de las mujeres del barrio.

Tras la firma del convenio, Igual ha destacado el trabajo que lleva a cabo ‘Quima’, y ha asegurado que este acuerdo supone “una muestra más del interés del equipo de gobierno por la mejora de la calidad de vida en los barrios y la promoción de la igualdad”.

“Ahora más que nunca debemos apoyar entre todos a este tipo de asociaciones tan importantes para el desarrollo social de los barrios de Santander” ha señalado.

Así, el programa viene determinado por la continua apuesta por la participación social como base de la integración y el acceso a una plena ciudadanía de los grupos sociales excluidos.

Igual ha resaltado el valor de este tipo de iniciativas, no sólo para facilitar y promocionar la participación social de la mujer, sino también para contribuir a la construcción de conciencia de barrio y de ciudad.

Además, ha apelado al papel que pueden y deben desempeñar las asociaciones y colectivos que trabajan en el ámbito de la ladera norte de General Dávila en los proyectos de futuro que tiene el Ayuntamiento para esta zona.

QUIMA

Creado desde la base de las asociaciones de barrio, el Centro Cultural Quima se ha convertido en una comunidad que es punto de encuentro para más de 350 personas.

Se construyó en 1985, en medio de una crisis económica que removió los cimientos de los barrios. En aquellos tiempos, también, se llevó a cabo una profunda reconversión industrial.

El proyecto de Quima cuenta con la colaboración de más de trescientas mujeres y una decena de hombres, que se unen para el desarrollo comunitario y la realización de multitud de cursos de formación.

Hasta 1996 la asociación se centró en realizar formación ocupacional para jóvenes, y hasta 2001 mantuvieron el programa de apoyo escolar para los menores, ya que uno de los problemas que más preocupaban a los vecinos eran el fracaso escolar de los hijos, las lagunas culturales de padres y madres y la falta de cualificación profesional que les impedía acceder al mercado laboral.