La COVID-19 ha perjudicado el acceso de las familias vulnerables a los servicios sociosanitarios
El Salón de Actos de la Biblioteca Central de Santander ha acogido en la mañana de hoy la jornada ‘Derecho a la salud: impacto y consecuencias de la pandemia en las familias vulnerables’, organizada por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) en colaboración con su red territorial EAPN Cantabria.
La jornada ha reunido a una treintena de representantes de organismos públicos, del ámbito académico y responsables de las entidades del tercer sector, con el fin de analizar el impacto y las consecuencias de la pandemia en la atención de las necesidades sociosanitaria de las familias vulnerables, poniendo el énfasis en la necesidad de invertir en un sistema sanitario universal que incorpore un enfoque preventivo, con perspectiva de género y de atención a la diversidad.
Rosa Pérez, presidenta de EAPN Cantabria, destacó durante la inauguración de la jornada cómo “la salud es un derecho fundamental, sin embargo, no todas las personas tienen el mismo acceso a servicios sociosanitarios. El informe ‘La desigualdad en la salud’ de EAPN-ES demuestra que un sistema universal de salud es imprescindible si queremos una sociedad libre de pobreza y exclusión social”.
Por su parte, Adrián Hugo Aginagalde, director del Observatorio de Salud Pública de Cantabria, destacó el impacto desigual de la pandemia entre la población. “La pandemia de la COVID-19 ha demostrado cómo los determinantes sociales condicionan la salud de las personas. La historia de las epidemias demuestra que el virus sí entiende de clases sociales y los barrios y comunidades más pobres siempre son los más afectados por las epidemias”.
La ponencia marco corrió a cargo de Javier Arza, vicedecano de la Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de la Educación de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), que llamó la atención sobre la situación previa a la pandemia. “La crisis sistémica que venimos atravesando los últimos años ha profundizado las desigualdades existentes. En este contexto, la pandemia de la COVID-19 ha impactado con especial crudeza en quienes ya se encontraban en peor situación social y económica”.
Por último, representantes de Cáritas Diocesana de Santander y Cruz Roja de Cantabria compartieron experiencias de las entidades sociales en la atención a personas en situación de vulnerabilidad social durante la pandemia.