Educación, cultura y cuidado ambiental. Esos son los caminos en los que trata de avanzar la asociación Tranformando Futuros. Nuria San Millán cuenta que son muchas las cosas sobre las que piensan y actúan en esta ONG. Su base está en Miera, y su ámbito territorial es Cantabria, pero también Ecuador.

Además de la relación que tienen con Solabria, cooperativa de la que son socios, San Millán habla de conexiones con varias asociaciones más, con la intención de «buscar sinergias y crear iniciativas» que ayuden a un progreso sostenible, sobre todo en el medio rural.

Ella lo define también como conseguir una «transformación social» en esos lugares que están alejados de los grandes centros urbanos y que no reciben una gran atención en los medios de comunicación, aunque reconoce que eso también parece haber empezado a cambiar en una entrevista a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Su centro de actividad en Miera lo tienen en una «cabaña transformadora arreglada con materiales reciclados». Desde ahí tratan de inspirar con sus proyectos pedagógicos, en los que la cultura local tiene una gran importancia. San Millán lo define como «preparar a las personas para un nuevo mundo» con el objetivo de que logren una «transformación personal, pero teniendo en cuenta el entorno».

También dedica un capítulo especial a los proyectos de intercambio cultural, como alguno que han podido celebrar aprovechando la presencia de los niños saharauis del programa ‘Vacaciones en paz’ (que ahora lleva un par de veranos sin poder llevarse a cabo por la pandemia) para poder conocer cómo es la cultura meracha y la saharaui, en un modelo de jornadas de convivencia.

El proceso de transformación que se está viviendo en estos entornos supone un reto de futuro. San Millán habla de la necesidad que tienen los municipios pequeños de «buscar nuevas fuentes de ingresos». Hay municipios que pueden verse tentados de conseguirlos a través de los parques eólicos que se están proyectando en Cantabria, pero Transformando Futuros está por la labor de que esto se haga de una manera ordenada y sin lesionar al territorio ni a sus vecinos. «Hay que tener en cuenta los lugares donde son inviables», afirma.

De hecho, ella piensa que «el medio rural tiene muchísimo que aportar a la economía», y ensalza la calidad de vida que se disfruta en él. Pero para eso también considera vital «escuchar a las asociaciones locales y a la gente que vive en los pueblos». «Tenemos que aprender lo que significa la economía social», añade.

San Millán se refiere a Miera como un ejemplo de lugar donde hay un gran patrimonio natural y cultural, pero también hay otros muchos lugares que lo tienen, y es fundamental que el esfuerzo de las instituciones se base en que el paso del tiempo sirva también para conservarlo.