Verdes Equo Cantabria ha visitado varios colegios de Santander para comprobar la “cruda realidad” y la “necesidad” de que el Ayuntamiento de Santander y la Consejería de Educación actúen y tomen medidas por la seguridad de las niños y niños en los entornos de los colegios.

Para continuar con el análisis de la situación de los entornos escolares, los coportavoces de Verdes Equo Cantabria, Gabriel Moreno y Dolores Póliz, han visitado en Santander, a la hora de entrada del alumnado, varios colegios de la ciudad, en concreto los colegios Cisneros/Antonio Mendoza, Mercedarias, Salesianos y Jardín de África.

En los colegios Cisneros y Antonio Mendoza, es sencillo comprobar en la entrada por la calle Cisneros, en este caso, que el problema no está relacionado con los coches principalmente, sino con la alta concentración de personas.

En un espacio de poco más de 40 metros cuadrados, padres, madres, abuelos, abuelas, niños y niñas comparten acera con los peatones habituales, sin posibilidad de mantener la distancia mínima de seguridad COVID. Junto a esta acera ocupando un importante espacio, hay varios contenedores de residuos, un amplio aparcamiento para motos, amarre de bicicletas, parada de autobús, aparcamientos.

Desde Verdes Equo Cantabria proponen las siguientes soluciones:

• Trasladar los contenedores y aparcamientos de motos a otra zona cercana, en el tramo anterior de la calle Cisneros.
• Colocar los amarres de bicicletas junto al centro cívico Cisneros.
• Impedir que en la parada del autobús se aparque fuera de su horario habitual.

Respecto al colegio Mercedarias, en pleno paseo de G. Dávila, el problema se complica y aparte de padres, madres, abuelos, abuelas, niños y niñas en las aceras de entrada y acceso al colegio, los coches y el “caos circulatorio supera cualquier límite”.

Si al espacio en la entrada del colegio, en donde hay 4 aparcamientos junto a varios contenedores, se le añade el gran número de coches subidos en las aceras, desde el cruce con Camilo Alonso Vega, hasta el restaurante la Radio, sin que los peatones puedan pasar, “tenemos un problema gravísimo”.

Y plantean como propuestas

• En la entrada del colegio, quitar y trasladar los contenedores a la acera de enfrente, junto al semáforo, en donde ya existen contenedores para residentes.
• Quitar los 5 aparcamientos, salvo el de movilidad reducida, junto entrada del colegio. Con estas sencilla medidas se ganaría espacio peatonal en la entrada.
• Respecto a los coches aparcados en las aceras, la primera medida preventiva, sería que la Policía Municipal multara a esos coches aparcados en los tramos descritos. Solución inmediata colocar bolardos que impidan el aparcamiento en la acera.
• Si fuera necesario el aparcamiento temporal, debería utilizarse unos de los dos carriles de la calzada en el mismo sentido.
• Otra solución a corto medio plazo sería modificar la infraestructura de circulación del paseo de G. Dávila, reduciendo la calzada para vehículos (hay dos carriles en ese tramo), creando quiebros para reducir la velocidad y ampliar las aceras para los peatones y crear aparcamientos en la prolongación de Camilo Alonso Vega con los Castros y andar 200 metros con los niños/as hasta el colegio.

En el colegio los Salesianos la situación es muy similar a la del colegio Mercedarias. En el espacio de entrada, hay un “pseudo-aparcamiento” sobre la acera, protegido con una barra, y aparcamientos que son “totalmente inadecuados”. “Ese espacio debería ser totalmente para el colegio, para que padres, madres, abuelos, abuelas y alumnado lo ocupen en la entrada y salida de las clases”, señalan.

Las propuestas en este caso pasan por

• Actuaciones de la Policía Municipal que impida en incumplimiento de aparcar en cualquier espacio.
• Retirar esos aparcamientos actuales y colocar bolardos en la acera para impedir esos aparcamientos.
• Modificación de las infraestructuras en la calzada, reducción de carriles y acondicionamiento de aparcamiento en uno de los carriles (actualmente hay dos).

En relación al colegio Jardín de África, en el extrarradio de la ciudad, Monte, la “película escolar” se desarrolla sobre una calzada de poco más de 6 metros de ancha, en donde “conviven” en el entorno escolar de cada día lectivo: coches en ambos sentidos de circulación, aparcamientos, autobuses, padres, madres, abuelos, abuelas, niños y niñas.

También hay un inicio de “camino escolar” sobre el asfalto “que no va a ninguna parte” que está “invadido por coches, contenedores, sin ningún tipo de protección para los niños/as que osen acudir al colegio andando desde las viviendas de los alrededores”.

Una situación del colegio muy grave, en donde el Ayuntamiento “puede actuar” con las siguientes propuestas por parte de Verdes Equo Cantabria:

• Delimitar más de un recorrido escolar, espacios #Verdes, protegidos de la forma más adecuada, bolardos, para favorecer el acceso andando de los niños/as, desde los grupos de viviendas más próximos.
• Establecer un único sentido de transito en la calzada frente al colegio, para los coches, con diferentes opciones de circulación en esa zona, para acceder a hacia o desde las vías principales. Es cuestión de planificación por parte del Ayuntamiento de Santander.
• Creación de un aparcamiento temporal en horas de entrada y salida en esa zona, hay posibilidades de esta opción. Los padres acudirían andando al centro con una distancia de aproximadamente100 metros.

En resumen, los coportavoces de Equo Cantabria, Gabriel Moreno y Dolores Póliz reivindican que “se busque una solución real al auténtico caos que se produce en las entradas y salidas de los colegios”, que se analice cada entorno escolar y establezcan áreas de protección para el alumnado, caminos escolares u otras medidas similares.

También reclaman que desde las administraciones. se realicen campañas de sensibilización destinadas a padres y madres, para que piensen y actúen, para evitar las consecuencias del uso “indiscriminado” del coche, cuando sea posible, por la repercusión en la salud de sus hijos/as.