La Fundación Franz Weber, una organización internacional con amplia trayectoria en la defensa de los animales y el Medio Natural, ha censurado esta mañana el reciente desfile navideño con renos por las calles de Santander.

La actividad fue contratada y divulgada por el Ayuntamiento ignorando las quejas ciudadanas y de colectivos que advertían sobre las consecuencias negativas que suponen estas prácticas para los animales, pero también por la imagen que transmite a los más pequeños y pequeñas de cada familia.

Así, los animales son sometidos a contextos de estrés innecesarios, al bullicio de adultos y menores, y cuyo desplazamiento dista mucho de las condiciones de su hábitat natural, la tundra y la taiga.

Con estos antecedentes, la ONG internacional explica que se enseña a la niñez una imagen completamente irreal del comportamiento natural y las necesidades de los renos, contribuyendo a «cosificar» a estos seres vivos como meros objetos de entretenimiento o decorativos para un fin concreto: un desfile de caracterización navideña.

En 2016 AVATMA, una asociación estatal de veterinarios, publicó un informe que «pone en evidencia el sufrimiento físico y emocional que pueden llegar a padecer varias especies animales que han venido siendo empleadas en festividades locales, tanto para cabalgatas y desfiles como en distintas atracciones para el público infantil».

La contratación de estos servicios por parte de administraciones públicas alimenta un negocio que en no pocas ocasiones financia la captura de animales en sus hábitats originales para criar y generar dinero con su cautiverio, bien con el alquiler para eventos o como parte de pseudozoos sin ningún tipo de finalidad científica, educativa o conservacionista.

UN EQUIPO DE GOBIERNO «REINCIDENTE» EN MALESTAR ANIMAL

La falta de políticas específicas sobre cuidado y convivencia con animales en Santander viene de lejos. La organización suiza ha recordado cómo, varios meses después, la cuestión del minizoo de la Magdalena está muy lejos de resolverse y el supuesto informe del Comité de Expertos no termina de aparecer.

A mayores se suman otras polémicas como la cesión de un pabellón público para las «clases» de una escuela taurina donde participan personas menores de edad, en la línea opuesta a las recomendaciones que viene realizando el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

Finalmente y en relación a los espectáculos en la vía pública la Fundación Franz Weber pone como ejemplo imitar las apuestas que diversos gobiernos locales, como A Coruña, han puesto en marcha para sus cabalgatas festivas. Esta localidad contrata compañías de teatro y empresas especializadas en grandes eventos que logran concitar a muchas más familias que un desfile con animales vivos.