Iba a ser la gran solución en movilidad de la zona. Protestar contra él, recoger firmas cuestionando dónde se ubicaba o cómo se estaba definiendo supuso que el equipo de Gobierno municipal destinara recursos a vigilar a quién se manifestaba o a quién firmaba. Poco a poco fue llegando lo peor de la crisis para un objetivo, el de aparcar, que nunca se concibió a base de zonas gratuitas.

Diez años después, sólo están cubiertas 40 plazas de las 300 con las que se concibió, tal y como se puso de manifiesto recientemente en un encuentro entre miembros de Cantabria ConBici y vecinos de este barrio santanderino, representantes de la asociación de vecinos Barrio San Francisco.

Estos les trasladaron que el Ayuntamiento de Santander debería establecer algún tipo de concierto o algo similar con los propietarios del aparcamiento, para el uso de los vecinos.

Y comentaron también la opción de establecer la OLA ya que mucha gente externa al barrio dejan sus coches con perjuicio para los vecinos.

En realidad el objetivo principal de la cita era analizar el proyecto de carril bici para la zona que recientemente supervisaron representantes de Cantabria ConBici y del Consistorio, y del que los vecinos no tenían más detalles hasta entonces.

Cantabria ConBici han comentado la visita de campo que habían realizado con el arquitecto Luis de la Fuente y técnicos municipales, haciéndoles aportaciones sobre los planos, tanto en lo relativo a que el carril bici fuera por la calzada y tuviera continuidad hacia la avenida de los Castros y Camilo Alonso Vega como en lo relativo a otros aspectos.

El encuentro acabó sirviendo para hacer un diagnóstico en materia de movilidad de un barrio marcado por la presencia de centros educativos o por una configuración que lo desconecta del centro

Así, se han tratado temas sobre movilidad sostenible y los problemas que el coche genera en su barrio para los peatones, personas mayores y aquellas otras con movilidad reducida, con pocos espacios verdes de proximidad, la próxima implantación de las Zonas de Bajas Emisiones que deberán entrar en vigor antes del año 2023 o el límite de velocidad 30 en el paseo del Alta que se incumple por sistema.

Los vecinos planteaban la necesidad de un transporte público que tenga mayor frecuencia, que nos les obligue a usar el coche. Respecto a las recientes obras del Ayuntamiento en su barrio, manifestaron que sus aportaciones se quedaron fuera, no les hicieron caso.

En lo referente a la transformación del entorno se comentó la necesidad de mayor anchura de las aceras, la reconversión de los parterres actuales en zonas verdes con bancos, la sustitución de los actuales ciruelos en medio de la acera, por otro tipo de árboles, los más adecuados, de mayor porte, que pudieran crear un bulevar.

En el colegio Porrúa se plantea quitar espacio a la calzada en dirección a Camilo Alonso, para ampliar la acera colindante con el colegio, poner árboles y bancos, para beneficio del alumnado y sus familiares, cuando acuden al colegio. Se les comento todo lo hablado con los técnicos durante la visita.