Santander homenajea a Augusto González de Linares con motivo del traslado de su monumento a Gamazo
Santander ha homenajeado este lunes a Augusto González de Linares, con motivo del traslado de su monumento desde el Sardinero hasta el parque de Gamazo, frente a la bahía que protagonizó su formidable trayectoria como científico y pionero de la investigación marina.
El acto ha coincidido con el aniversario del acuerdo por el que el Ayuntamiento de Santander aprobó declararle Hijo Ilustre de la ciudad, en reconocimiento a su legado.
La alcaldesa, Gema Igual, y familiares de González de Linares han depositado flores a los pies del monumento, en un acto en el que han participado también el director del Instituto Oceanográfico, Luis Valdés; el director de la Autoridad Portuaria, Santiago Díaz Fraile; y la concejala de Turismo, Miriam Díaz. Por parte de la familia han acudido Marie Albán, Rafael González de Linares, María Magdalena Goldie, Celia Valbuena y Celia Madariaga.
“Nos reunimos con motivo del traslado de su monumento a un lugar en el que, estamos convencidos, él se sentiría dichoso, gozando de su pasión por el mar y el estudio de sus secretos”, ha destacado la regidora.
Como ha recordado, desde el Centro Oceanográfico de Santander y el Museo Marítimo del Cantábrico, se trasladó al Ayuntamiento la sugerencia para trasladar el monumento desde su anterior ubicación (frente al Hotel Hoyuela) en el Sardinero a un sitio más acorde con su figura.
Ahora, Augusto González de Linares mira a la bahía, en una especie de metáfora que hace referencia a los estrechos vínculos que mantuvo con el mar y la ciencia, convive con las naves de Enaire y se encuentra cercano también a la Escuela Náutico Pesquera, el museo marítimo y el oceanográfico, que él mismo creó en 1886.
Igual ha puesto en valor su lucha por crear una institución marina cuando finalizaba el siglo XIX, la «Estación Marítima de Zoología y Botánica experimentales» (1886), primera de España y cuarta del mundo, que abrió el camino a otros centros de investigación marina y fue germen del actual Instituto Español de Oceanografía (IEO).
“Don Augusto fue una persona visionaria que supo ver e interpretar que el nacimiento de la oceanografía era una oportunidad para anclar nuestra ciudad al progreso y entender que sus aplicaciones eran de vital importancia para la sociedad de su tiempo y para las futuras generaciones”, ha destacado la alcaldesa.
“Santander renueva hoy su gratitud hacia Augusto González de Linares”, ha añadido Igual, y ha recordado que su figura ha sido reconocida también con una calle, el nombre de un Instituto de Educación Secundaria y la instalación de una placa en la ruta de ilustres, en la calle General Dávila 20, donde falleció el naturalista, filólogo y matemático.
SOBRE EL MONUMENTO
El grupo escultórico de Augusto González de Linares, obra de José Quintana, se inauguró casi cuatro años después de su muerte (1 de mayo de 1904), el 14 de agosto de 1908, es uno de los monumentos más antiguos de la ciudad, en concreto, el segundo tras la estatua de Velarde.
La obra, de 2,5 metros de altura y que combina piedra caliza, mármol y bronce, se levantó originalmente en lo que hoy es la plaza de Italia.
El monumento consta de un pedestal artístico con una figura femenina labrada en piedra que representa a la Fama ofreciendo una rama de laurel (en la escultura original) al sabio, representado por un busto de bronce situado sobre el pedestal.
Detrás de la figura aparece el escudo de la ciudad, aunque sólo se perciben las cabezas de los patronos, San Emeterio y San Celedonio, en la base de piedra y con un sencillo labrado se lee el nombre de Augusto González Linares.
AUGUSTO GONZÁLEZ DE LINARES
Nacido en Cabuérniga en 1845, estudió el Bachillerato en el Instituto de Santander y posteriormente marchó a Valladolid para realizar la carrera de Ciencias Naturales y Derecho.
En 1870 se doctoró en Ciencias por la Universidad Central y dos años después obtuvo la cátedra de Historia natural del Instituto de Albacete y cuatro meses más tarde la de Ampliación de la Historia Natural.
Su defensa de la libertad de pensamiento y de exposición le motivó a fundar la Institución Libre de Enseñanza junto a Nicolás Salmerón, González de Linares, Francisco Giner y Manuel Ruiz de Quevedo.
Fue también notable su participación en el nacimiento de la Prehistoria en Cantabria ya que González de Linares fue un fervoroso defensor de que las pinturas de las cuevas de Altamira.
Consiguió crear un centro dedicado al estudio de la fauna y flora marinas en Santander, no sin grandes dificultades y para poder regentarlo González de Linares tuvo que demostrar su preparación en la especialidad del mundo marino.
Su extraordinaria capacidad intelectual y su visión y lucha como evolucionista en unos tiempos en los que predominaba el creacionismo catolicista provocó el merecido reconocimiento del Ayuntamiento de Santander y el 7 de febrero de 2005 sus restos fueron trasladados al Panteón de personalidades ilustres.