Las obras de la gasolinera junto al instituto Cantabria avanzan con la instalación del depósito
Ha sido una mañana con más trasiego del habitual en el instituto de educación secundaria Cantabria, en el santanderino barrio de La Albericia.
Y no es que normalmente tengan poco tráfico en el entorno: no puede ser de otra forma teniendo en cuenta que están rodeados de naves industriales a las que acude gente a trabajar, de no menos de una decena de talleres mecánicos que implican circulación por definición y varios hipermercados que exceden también lo que sería una compra diaria. Encajonado entre rotondas y hasta tres gasolineras –y con un único autobús público, de la línea 6, que además pasa cada media hora–, el instituto ya da signos de que algo empieza a salirse de su normalidad con los carteles que alertan de la construcción de la que sería la cuarta gasolinera en la misma calle. Está, literalmente, pegada al centro.
Destacaba este lunes, de camino al bar del pincho o al hiper en el que se coge algo para los intervalos entre clases, el movimiento de coches y furgonetas de obras porque ya se ha iniciado el proceso para meter el depósito subterráneo. Grúas prominentes, corte de tráfico y todo lo que conlleva para unos trabajos que, según trasladan las distintas instituciones, tienen todos los informes a favor.
La comunidad educativa ha convocado una concentración de repulsa mañana jueves, a las 11.15, a la entrada del centro.
Los trabajos han sido recibidos entre gritos por los propios estudiantes desde las ventanas, a escasos metros de la que además será la cuarta gasolinera en la misma calle, y todo en un área con un marcado carácter industrial: los talleres, hipermercados y naves son la tónica en la que se ubica este centro público de secundaria en Santander.
La comunidad educativa asiste impotente al avance en las obras de instalación de la gasolinera. La valla perimetral del centro está llena de pancartas en contra de la instalación de esta infraestructura.
Las familias del instituto de educación secundaria Cantabria, en La Albericia, ya han anunciado que llevarán a los tribunales su lucha para detener las obras de la gasolinera que se proyecta literalmente al lado, y que sería la cuarta en la misma calle, en una zona que, pese a albergar un centro educativo, está rodeada de instalaciones industriales: polígonos, naves, talleres mecánicos o hipermercados. De momento, no han podido hacer nada para impedir que este miércoles se coloque uno de los depósitos subterráneos donde se almacenará el combustible.
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