La plataforma de pensionistas de Santander inicia una nueva fase en sus reivindicaciones: las concentraciones que cada semana se vienen celebrando en la Plaza del Ayuntamiento.

A partir de ahora, estas concentraciones se trasladarán a distintos barrios de la ciudad, para dar a conocer en otros escenarios y sus reivindicaciones y pulsar también demandadas ciudadanas.

Y el primer hito de este comienzo de los desplazamientos –que nos recuerda también a cuando Las Gildas se hicieron itinerantes- será el barrio de La Albericia.

En concreto, estarán el lunes a las 12.00 horas en la plaza junta al estanco de la La Albericia y de la carnicería Fernando, para exponer sus reclamaciones, que son :

– Pensión mínima igual al salario mínimo.

– Eliminación de la brecha de género en las pensiones, la diferencia entre lo que cobran mujeres y hombres.

– Subida real del IPC, lo que suben los precios en el total del año, no de la media mensual.

– Blindaje de las pensiones en la Constitución como un derecho fundamental.

UN BARRIO QUE LUCHA CONTRA LA GASOLINERA JUNTO AL INSTITUTO

La primera de las misiones itinerantes de la plataforma de pensionistas llega a un barrio, La Albericia, que desde hace unas semanas está protagonizando una lucha contra la que sería la cuarta gasolinera en la misma calle, Repuente, y esta además literalmente anexa a un centro educativo, el instituto de educación secundaria Cantabria, que ya se venía moviendo en un entorno bastante hostil y poco propio de lo que se espera: a su alrededor, y en muchos casos levántandose después, se alzan naves industriales, talleres mécánicos o hipermercados de los de ir en coche.

Es decir, actividades que de por sí generan mucho tráfico y que en una ordenación urbanística racional se ubican donde no generan molestias, pero que aquí fueron surgiendo en torno a un instituto que, paradójicamente, fue trasladado de su origen inicial, el polígono de Candina.

Todos los viernes a las 11 la comunidad educativa se concentra en el instituto para denunciar la construcción de la gasolinera, ya iniciada, mientras el AMPA lamenta la falta de respuesta institucional del Ayuntamiento de Santander o el Ejecutivo y estudian también la respuesta judicial.