«Por el amor a esta tierra, por la múltiples muestras de apoyo recibidas y con el objetivo de defender lo intereses de la gente del campo, mantendré con orgullo mi acta de diputada». Con estas palabras confirmaba Marta García que mantendrá su acta de diputada tras darse de baja en Ciudadanos, lo que la llevará a la condición de No Adscrita, toda vez que sus compañeros de grupo han acordado expulsarla, por lo que, al no representar ya a las siglas por las que fue elegida, pasa a ser una tránsfuga.

La ganadera y empresaria turística ha ofrecido este jueves una rueda de prensa para explicar su postura y ha defendido en todo momento que seguirá como diputada independiente «le pese a quien le pese». «Ciudadanos ha mentido a los votantes y a los ciudadanos y yo soy coherente con mis compromisos», ha asegurado.

«YO MANTENGO MI PALABRA»

«Yo mantengo mi palabra y mis principios. Llevo desde 2018 diciendo lo mismo. Yo no soy ni una tránsfuga política, ni ideológica. Mi palabra ha sido la misma. Los tránsfugas políticos e ideológicos son Félix Álvarez y Diego Marañón, que han dado un espectáculo bochornoso. Yo, como buena ganadera y mujer de campo, cuando doy la mano es palabra de Dios. He mantenido mi palabra y mi compromiso en todo momento».

Marta García asegura que se queda por amor a esta tierra y tras la múltiples muestras de apoyo del sector ganadero que ha recibido. «Quienes deberían abandonar sus actas son los que dicen una cosa y hacen lo contrario».

Irónicamente ha dado las gracias al consejero de ganadería por manifestar su preocupación sobre el futuro político de García: «echando en falta la nula preocupación que ha mostrado por los más de 400 ganaderos que han abandonado el sector desde el año 2019, «gracias a su gestión al mando de la consejería».

CRÍTICAS HACIA SUS COMPAÑEROS

La diputada ha sido especialmente dura hacia sus hasta ahora compañeros de partido, Félix Álvarez y Diego Marañón, dando a entender que lo único que les preocupa es su propia situación económica: «estaban preocupados por la desaparición del grupo parlamentario, porque entonces Diego tendría que salir de la mesa y perder el plus económico que conlleva y también a su asesor, al que paga el Parlamento de Cantabria y Félix Álvarez perdería el plus de portavoz, porque al pasar al grupo mixto, ya hay uno». A estas declaraciones ha añadido que el PRC ya se ha ocupado de solucionar esa situación: «parece que Diego va a mantener el puesto en la mesa y Félix seguirá cobrando el plus como portavoz dentro del grupo mixto gracias a un pacto oscuro con el PRC».

Cree que «al garantizar el PRC sus sueldos, consiguen callar la voz más crítica que tienen dentro del Parlamento de Cantabria».

Marta García considera «escandaloso» que sus hasta ahora compañeros de partido destrocen el grupo parlamentario por «puro capricho» , ya que en Madrid se había dado autorización a su continuidad. Al respecto, García ha lamentado el poco valor de la palabra en Ciudadanos al no cumplirse el pacto oral alcanzado, si bien ella misma ha admitido después que suscribió una Carta Ética de Ciudadanos que implicaba la marcha de las instituciones si abandonaba las siglas o si era expulsada, tal y como ha pasado y no ha cumplido.

Ha explicado a los medios de comunicación que el sábado Félix Álvarez confirmó su continuidad como independiente dentro del grupo parlamentario y el lunes, al llegar a la reunión programada, fue Marañón quien «plantea mi expulsión», que, según explica, nunca se votó ya que en ese momento ella se levantó de la mesa y se fue.

Lo que ha dejado bien claro es que no se irá a ningún otro partido político. «me quedo como diputada independiente». En este sentido ha lamentado haber sido víctima de una campaña mediática llena de mentiras y «medias verdades».  Ha añadido que «al que es bueno le tiran a matar y eso es lo que me ha tocado a mi».

FUTURO

En cuanto a lo que pasará en un futuro, Marta García ha explicado que tenía muchos planes con un amigo al que acaba de perder y que si algo tiene claro es que «vine a la política con las manos limpias y así me voy a marchar. Vine con los bolsillos vacíos y así me voy a marchar». Ha recordado que tiene 24 años cotizados a la seguridad social como ganadera, que tiene una empresa de turismo rural y que no tiene nada que demostrar a nadie.

Según el portal de transparencia del Parlamento, Marta García cobra anualmente 32.380 euros brutos por la media jornada que dedica a su actividad en la cámara, que le permite por tanto compatibilizar con otros ingresos por su actividad privada.