El STEC denuncia maniobras antidemocráticas desde Inspección para vetar que se trate la privatización de la orientación en los claustros
El sindicato educativo STEC denuncia que hay inspectores de la Consejería de Educación que están contactando con las direcciones de centros para persuadirles de que incluyan en los órdenes del día de reuniones el asunto de los servicios de orientación en los centros concertados, en lo que esta organización considera «maniobras democráticas».
El STEC se ha mostrado muy crítico con la decisión de la Consejería dirigida por Marina Lombó de concertar la orientación en los colegios privados. Considera esta medida una modificación grave del modelo educativo de Cantabria, donde hasta el presente curso son trabajadores públicos de los equipos de Laredo, Camargo, Santander, Torrelavega, Reinosa y San Vicente de la Barquera quienes realizan este servicio, como garantía del rigor y autonomía que requiere.
Se trata para el sindicato mayoritario de la Educación de “una línea roja inaceptable”, por lo que anunciaron movilizaciones de protesta. Así, en la inauguración de unas jornadas de formación para orientadores que la Consejería había organizado en la privada Universidad Europea del Atlántico, el STEC se concentró junto al resto de la Junta de Personal Docente con una pancarta contra la privatización. Además los trabajadores alzaron unánimemente cartulinas de desaprobación durante la intervención de los cargos de Consejería en el acto.
A su vez, el STEC envió, junto al resto de organizaciones representativas del profesorado cántabro, un escrito a la red de centros educativos públicos, para que todo el personal docente estuviera debidamente informando de la medida y sus consecuencias educativas o laborales a partir del próximo curso, proponiendo que se debatiera y votara en el claustro, que legalmente es el órgano de participación fundamental del profesorado.
Sin embargo, desde varios centros han informado de que varios inspectores (que no representan a la totalidad ni a la mayoría del servicio) han estado maniobrando en las últimas fechas para persuadir a las direcciones de incluirlo en el orden día, censurando así que el profesorado pudiera tratar y posicionarse democráticamente respecto a esta medida.
Los claustros docentes tienen atribuidas múltiples competencias, entre las que se incluyen fijar los criterios de orientación del centro, conocer las relaciones con las instituciones y, en su caso, empresas de su entorno, así como elaborar propuestas e informes sobre asuntos de su competencia. En tanto que la “concertación” del servicio de orientación en los colegios privados-concertados de Cantabria afectaría a los trabajadores públicos y el conjunto del sistema educativo (realizan informes en temas tan sensibles como becas o escolarización), el claustro es por supuesto competente para posicionarse al respecto, pese a lo que han estado desinformando varios inspectores en las últimas fechas.
Además, siendo el claustro el marco orgánico participativo configurado por la normativa para el debate y consideración de las propuestas de los docentes, históricamente se han posicionado sobre cuestiones sociales de todo tipo, con libertad, porque la escuela se relaciona con la sociedad en que se inserta. Coartar el tratamiento en este organismo de una modificación de las condiciones de trabajo de los equipos de orientación psicopedagógica y lo que de ellas deriva, supone un grave ataque a la libertad ideológica y la libertad de cátedra, consagradas como derecho fundamental en nuestro marco legislativo.
Desde el STEC se han uesto en contacto con la Dirección General de Inspección para que se corrigiera esta actitud antidemocrática, en vano. «Nos preguntamos qué miedo tienen a que las decisiones de Consejería se puedan conocer, debatir y votar democráticamente en los claustros, por los trabajadores», señalan.
Pese a estas presiones de inspectores para que no se incluyera, varias decenas de claustros docentes de Cantabria han transmitido su apoyo ya, por unanimidad o mayoría, al escrito de la Junta. En otros centros, la censura y el miedo se han impuesto, viéndose imágenes propias de otros tiempos, con el profesorado reuniéndose en un “aparte” para firmar el documento de manera individual.
«Pese a estas maniobras antidemocráticas, desde el STEC vamos a seguir informando de las políticas de Marina Lombó y sus consecuencias, recabando apoyos de todo tipo, impulsando movilizaciones para evidenciar el rechazo masivo que genera esta medida, sin cesar hasta conseguir que recapaciten y rectifiquen su intención de privatizar servicios públicos», avanzan