Vuelan hacia el sur los dos pollos de águila pescadora nacidos este verano en la Bahía de Santander
La pareja de águilas pescadoras integrada por Txuriko y Landa se instaló en la Bahía de Santander en el mes de marzo y, tras incubar los huevos durante el mes de abril, en mayo nacieron dos pollos, un macho y una hembra.
A lo largo del mes de junio, la pareja se dedicó a alimentar a las crías. Txuriko pescaba platijas, peces aguja, herreras, mules, doradas y lubinas y Landa alimentaba.
El 21 de junio, se anilló a los nuevos inquilinos del nido a los que se bautizó en redes con los nombres de Miera y Mouro. Mientras los padres seguían proporcionándoles alimentos, en el mes de julio comenzaron a realizar sus primeros vuelos y en agosto ya eran casi independientes y aprendían a pescar por su cuenta.
El 28 de agosto fue el último día en que los observadores vieron a Miera y el cinco de septiembre Mouro abandonó también la bahía de Santander, emprendiendo vuelo hacia el sur.
«Es una noticia muy importante para la recuperación del águila pescadora, ya que estos 2 nuevos ejemplares anuncian el inicio de la recolonización de la especie en la cornisa cantábrica, una población que servirá de puente entre las colonias reproductoras de Francia y Andalucía», explica Carlos Sainz, responsable de su seguimiento, quien recuerda la necesidad de implementar medidas protectoras en el espacio de cría para reducir las molestias a estas aves.
Sainz añade que el águila pescadora, figura en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas figura con la categoría «Vulnerable» y en el Libro Rojo de las Aves de España (2004) «En Peligro Crítico», situación que hace necesaria la implementación de proyectos de conservación de sus poblaciones, desde los Gobiernos regionales, las entidades locales y organizaciones privadas.
Informa, además, de que ya ha llegado el primer ejemplar invernante a la Bahía de Santander