El comité de empresa de Sidenor ha acusado a la dirección del grupo de «asfixiar industrialmente a la fábrica de Reinosa» y «provocar la pérdida de competitividad en estas instalaciones desviando, durante todo el año 2022, producciones que inicialmente estaban asignadas a Reinosa hacia la planta de Azkoitia», con la consecuencia directa del paro en la actividad en el tren de laminado.

«El cierre de la producción del tren es una decisión planificada desde hace tiempo y los buenos ratios de la instalación de Reinosa no han sido tenidos en cuenta», advierte el comité de empresa, que apunta a la falta de «argumentos de peso suficientes para que prevalezca el criterio técnico a la hora de decidir» y a la «falta de transparencia y las verdades a medias por parte de la dirección del grupo, que suponen una falta de respeto a las personas trabajadoras de Sidenor Reinosa».

Ante el cierre del tren de laminado, el pasado mes de septiembre el comité de empresa solicitó información sobre esta decisión a la dirección del grupo, «importante para tener una visión más amplia de la situación de la empresa, ya que la aportada inicialmente era muy escasa y no justificaba técnicamente los motivos del cierre y el traslado de la actividad a la fábrica de Azkoitia», indica el comité.

En cuanto a la información recibida, el comité destaca que «la empresa no aporta información sobre qué tipos de productos han visto reducidos sus pedidos y el impacto económico ni facilita la información de producciones por fábrica que constataría el desvío de actividad a la fábrica de Azkoitia».

La empresa tampoco ha aportado información sobre el consumo de gas de la instalación de Reinosa –y emplaza a los sindicatos a consultarlo en una página web para sacar los precios de mercado- ni responde sobre las inversiones que el grupo ha realizado en la fábrica de Reinosa en los últimos años y su previsión para 2023.

Al obtener una respuesta «nada esclarecedora», el comité de empresa trasladó una serie de propuestas con el fin de garantizar el arranque del tren de las que la dirección «no ha asumido prácticamente ninguna».

Entre las propuestas, se encuentra el «talón de Aquiles» de esta situación: «Mientras la dirección recalca verbalmente que acota la parada del tren de laminado hasta el 31 de marzo de 2023, no adquiere ningún compromiso de arranque de las instalaciones», señala el comité. Tampoco presenta, apunta, «ningún plan industrial y productivo ni de inversiones».

Los sindicatos recuerdan que, a día de hoy, 23 personas menos están trabajando directamente en las instalaciones y que «las explicaciones dadas por la dirección en este proceso han caído como un jarro de agua fría al no despejar las incertidumbres industriales ni aportar estabilidad a la plantilla y a las personas cuyo trabajo depende de esta fábrica».

El comité ha emplazado a la empresa a que «no se cebe con el desmantelamiento y destrucción de la fábrica de Reinosa, presente un plan industrial con futuro para esta planta y adquiera los compromisos necesarios para garantizar la viabilidad industrial y la estabilidad para la plantilla de la fábrica, de las subcontratas y del conjunto de la comarca campurriana».