En los activistas antidesahucios ha cundido en las últimas semanas la alarma y la preocupación porque las dos últimas convocatorias de lanzamiento (la acción de desalojar de la vivienda) salieron adelante pese a la convocatoria para paralizarlo, lo que se conoce como STOP DESAHUCIOS y que se convoca en aquellos casos que llegan a las plataformas, PAH o STOP DESAHUCIOS.

Son los casos de Jennifer, en Santander, donde un cordón policial bloqueó ambos lados de la calle antes de lo previsto, y la de Héctor, en Gama, que llegó a ser detenido.

Algo “inusual”, porque hasta la fecha los lanzamientos que llegaban a las plataformas se paraban por la propia presencia ciudadana en las inmediaciones de la vivienda.

La reflexión, que parte de uno de esos activistas, Roberto Mazorra, es que “en los últimos años nos habíamos acostumbrado a parar los desahucios con demasiada facilidad”, quien ve que “más allá de los motivos o causas que nos han conducido hasta aquí”,  “debemos ponerle remedio” a este cambio de tendencia.

Así que se convoca a todas las personas interesadas en el problema de la vivienda, se ha convocado una reunión, que será el jueves 1 de diciembre a las 19.00 horas en la sede del sindicato CGT, que está en la calle Joaquín Reguero Sevilla Vía Cornelia 2 Bajo (junto al colegio La Enseñanza).

Es una convocatoria abierta a todos los interesados, y el llamamiento lo hacen personas que participan en movilizaciones antidesahucios, la PAH y Stop Desahucios, así como la familia y amigos de Héctor,

“Necesitamos a todo el mundo apoyando, no sólo en redes sociales o en los medios de comunicación, sino en la calle. Necesitamos que la gente vaya a los desahucios. Estamos obligados, si queremos parar los lanzamientos en el futuro, a cambiar nuestra forma de funcionar y debemos movilizar a muchas más compañeros y colectivos.”, expresan.

HÉCTOR RECUPERA SUS COSAS, QUE SEGUÍAN EN LA VIVIENDA, PERO NO SU DOCUMENTACIÓN

Del desahucio de la semana pasada, el de Héctor en Gama, quedaba todavía algún fleco por resolver: el desahucio se ejecutó y el propio Héctor fue detenido y acusado de resistencia a la autoridad.

Tras pasar una noche en calabozos, finalmente resultó absuelto, pero, una vez perdida la vivienda, lo que no había podido conseguir fueron sus cosas: no les dio tiempo a apartarlas y además ni las fuerzas del orden les permitieron acceder a sus amigos después, ni los nuevos residentes en la vivienda tampoco.

Ha sido necesaria la mediación tanto de la concejala del Ayuntamiento Patricia Rueda como de los contactos entre los abogados de ambas partes, hasta que hoy les han dejado las cosas (entre ellas el ordenador, que ha sido formateado) fuera de la vivienda, en bolsas.

Pero se ha hecho sin permitirles ir antes y sólo cuando ya estaban fuera, pero sin haberles entregado la documentación personal de Héctor, la vivienda, o de la asociación de afectados por el mismo prestamista –que afecta a más personas–, según relata a EL FARADIO el propio Héctor, que recrimina a la otra parte la «mala fe» en el proceso. «Faltan muchísimas cosas», advierte Héctor.